AUGC no sólo ha criticado y critica duramente los comportamientos delictivos de los miembros de las FFCCSED, sino que también las ha denunciado. Pero la actuación policial protagonizada por la UDYCO del CNP el jueves durante la detención de dos agentes de la Guardia Civil es, a nuestro juicio, desmedida, desproporcionada y humillante, en especial para uno de los Guardias Civiles que ha quedado en libertad sin fianza, por lo que entendemos víctima colateral de una actuación DESPROPORCIONADA.
Para AUGC esta forma de proceder ha puesto en riesgo la seguridad de los ciudadanos que en esos momentos se encontraban en la estación de servicio de Os Valos, del municipio de Mos, quienes llegaron a pensar que se estaba secuestrando a dos guardias civiles. Incluso llamarón al COS de la Comandancia para dar parte del suceso. Lo que llevó a los mandos de la Guardia Civil a montar un operativo en el que se implicó a todas las patrullas de la provincia, que de haber llegado a actuar en defensa de sus compañeros podrían haber protagonizado un nuevo incidente entre los dos cuerpos policiales. Porque, como recogen los medios de comunicación, desde el CNP nadie avisó a Guardia Civil de que se había puesto en marcha este operativo policial contra los agentes y si este extremo es cierto es una auténtica falta de consideración hacia la Guardia Civil, más cuando se detiene a una patrulla y no se comunica tal hecho a sus superiores.
Una actuación también desproporcionada porque perfectamente se pudo haber detenido a los agentes en el cuartel donde prestaban servicio. Evitando de esta manera poner en riesgo la seguridad ciudadana del municipio de Mos. Además desde AUGC consideramos que, como cualquier detenido, los dos agentes tienen derecho a la presunción de inocencia –recordemos que a uno de ellos el juez le ha puesto en libertad sin cargos- y la operación policial “publica” con la que se procedió a su detención ha sido una clara humillación para ellos, vulnerando su presunción de inocencia. Un agente ya está en libertad ¿Pero qué ocurrirá ahora si finalmente son declarados inocentes? ¿Cómo volverán a prestar servicio en ese municipio donde todos se conocen? ¿Y sus familias, tienen que soportar ellas la condena del escarnio público?
