El ascenso a Coronel de Clemente García Barrios es la causa del cambio de jefe en la Comandancia de León y la razon de un nuevo desfile en honor del, hasta ahora, segundo de la comandancia, el nuevo Tte. Coronel Julio Andrés Gutiérrez.
Una excusa para montar este nuevo homenaje utilizando para ello a más de cien agentes detraídos del GRS, de Trafico, SEPRONA, de la propia Comandancia y otras unidades que también verán reducidos sus efectivos. Agentes que en vez de estar prestando un servicio a la población leonesa ese día lo dedicaran a agasajar al nuevo responsable de la comandancia. Pero para que todo salga con arreglo al guion previsto también dedicaran un día extra a ensayar el desfile. AUGC también quiere mostrar su desaprobación el dispendio económico y de personal que suponen estos actos castrenses. Máxime en momentos como el actual de crisis económica. A esta Organización no deja de sorprenderla que para este tipo de actos castrenses si se encuentren partidas presupuestarias y, en cambio, brille por su ausencia para costear por ejemplo la calefacción de la casa cuartel de Fabero donde los guardias civiles llevan varios inviernos sin tener con que calentarse porque no hay dinero para instalar una caldera o reparar los desperfectos del puesto de Pola de Gordón, donde los guardias civiles deberían tener de dotación un casco de obra, en vez de tricornio, para evitar que una teja termine ocasionándoles una lesión.
Desde AUGC damos la bienvenida al Teniente Coronel Julio Andrés Gutiérrez a quien reiteramos nuestra disposición al diálogo, como ya lo hicimos con su antecesor. Por ello también queremos aprovechar la ocasión para solicitarle dialogo y apertura de miras para con las asociaciones profesionales. Esperando, en esta nueva etapa, una relación más fluida y que permita buscar soluciones a los problemas que tienen los trabajadores de esta Institución. Para AUGC se trata de priorizar necesidades y la prevención de riesgos laborales, así como las mejoras de las condiciones de trabajo y habitabilidad de los pabellones oficiales debería estar por encima de cualquier desfile, por mucho que este pueda estar recogido en las reales ordenanzas. En tiempos de recortes y restricciones es necesario, más que nunca ser cauto en la utilización del dinero público.
