Nace la plataforma ‘NO SILENCIO’, en apoyo de los guardias civiles desterrados en Cádiz. Entra y firma, necesitan tu apoyo

Nace la plataforma ‘NO SILENCIO’, en apoyo de los guardias civiles desterrados en Cádiz. Entra y firma, necesitan tu apoyo

por Ildefonso Garcia Ruiz

Una imagen de la concentración del pasado día 18 de junio en Cádiz.
Una imagen de la concentración del pasado día 18 de junio en Cádiz.

El pasado 18 de junio de 2016 se celebró en Cádiz una concentración convocada por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía contra la represión y por los derechos y libertades en la Guardia Civil, después de que se dieran a conocer públicamente que cuatro guardias civiles junto a sus familias tenían que abandonar sus localidades de destino e irse a otras provincias tras haber sido sancionados por haber declarado voluntariamente como testigos en contra de dos mandos en sendos juicios.

Tras la demostración popular del día 18, un grupo de ciudadanos, entre los que se encuentran esposas de los agentes desterrados, ha puesto en marcha la plataforma NO SILENCIO, que busca recoger apoyos entre la sociedad contra el autoritarismo de una institución que priva a sus trabajadores de derechos sociolaborales básicos en un estado democrático.

Por ello ofrece en la web www.nomasilencio.es la posibilidad de firmar en solidaridad con los guardias civiles represaliados y para exigir a la Administración que se corrija esta injusticia. En palabras de la propia plataforma, “Nuestro objetivo es llevar la voz de los guardias civiles represaliados a cuantas organizaciones sociales, administraciones públicas, entidades públicas y/o privadas, y personas particulares en general que se muestren sensibles a ello a fin de concienciar sobre una situación de injusticia generada después de que cuatro profesionales hayan actuado en el cumplimiento de su deber con total legalidad”.

De momento, y en apenas unos días de existencia, la plataforma ya ha recibido más de mil firmas en apoyo de su iniciativa, lo que viene a evidenciar que la sociedad comienza a estar sensibilizada acerca de la situación de los trabajadores de la institución más valorada por los españoles, pero que paradójicamente siguen siendo tratados como ciudadanos de segunda.

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