Juntos avanzamos hacia la equiparación salarial

Juntos avanzamos hacia la equiparación salarial

por Ildefonso Garcia Ruiz

Manifestación del pasado sábado 18 de noviembre. Foto: Francisco Rojo.
Manifestación del pasado sábado 18 de noviembre. Foto: Francisco Rojo.

Una vez que se van aposentando las vibrantes sensaciones tras la gran manifestación de guardias civiles y policías celebrada en Madrid el pasado día 18 de noviembre organizada y convocada por Jusapol (Justicia Salarial Policial), se hace conveniente analizar tanto los efectos de la propia manifestación, como los próximos actos a llevar a cabo por parte de policías y guardias civiles, bajo estas siglas, para alcanzar el fin de dicha plataforma, que no es otro, que la equiparación salarial de las policías del Estado con las policías autonómicas.

Sobre la primera parte hay que evidenciar el poder de convocatoria y unión que ha supuesto, dejando al margen cifras de participación, la mayor manifestación de funcionarios policiales estatales de la historia. El Ministro del Interior ha anunciado que en 2018 comenzará la tan ansiada equiparación; y a falta de más datos económicos de lo que él considera “comienzo de la equiparación” solo podemos encajar dicha afirmación como una más de las múltiples promesas políticas en este sentido a lo largo de los años, y que inexorablemente, se han incumplido sin ningún rubor por parte de los responsables gubernamentales y políticos.

Desde AUGC hemos luchado siempre por equiparar nuestros sueldos y nuestras condiciones profesionales y de medios con el resto de policías de España. En Octubre de 2008, junto a los sindicatos policiales, convocamos a 18.000 policías y guardias civiles, en manifestación en la capital del reino con el único lema de “Equiparación salarial”, aunque eran, y son, muchas las carencias de ambos cuerpos, y sobre todo con un enorme estigma para el cuerpo militarizado, pues los escritos previos de la Dirección General de la Guardia Civil, con el ánimo de menoscabar la participación, fueron amenazantes, y efectivamente, cayeron como una losa, en forma de duras sanciones disciplinarias, sobre los dirigentes de las asociaciones de guardias civiles. Pese a ello, es sabido que AUGC nunca ha dejado de defender lo que considera justo para el colectivo aunque algunos de sus miembros hayan pagado gravemente asumir ese compromiso.

Tras esta manifestación, y con un acuerdo de equiparación salarial sobre la mesa de negociación, llegó la crisis que asoló España. En estas condiciones sociales, reivindicar mejoras económicas por parte de funcionarios se convirtió en una quimera, percibida como insolidaria  e incluso ruin por gran parte de una sociedad con más de 6 millones de parados, y que sufría cierres de empresas, despidos, desahucios, y con los colectivos más desfavorecidos como jubilados y menores al borde de la exclusión social en muchos casos. Fuimos responsables y fuimos solidarios con el resto de la sociedad, va en nuestro ADN, no en vano nos jugamos a diario nuestra vida por defender a nuestros conciudadanos.

En noviembre de 2015, y tras una serie de acciones reivindicativas escalonadas (que volvieron a traernos numerosos expedientes disciplinarios) AUGC convocó, hasta el momento, la mayor manifestación de guardias civiles bajo el lema “Marea de Tricornios”. Y entre sus reivindicaciones, estaba la tan ansiada y nunca olvidada equiparación salarial. Lamentablemente, en aquella ocasión estuvimos solos más allá de nuestras propias siglas, unido esto a su coincidencia con los terribles atentados ocurridos en Paris hizo que un Gobierno, ya pensando más en las próximas elecciones que en otras cuestiones, no se comprometiese en atender nuestras reivindicaciones. Pero esta manifestación, prohibida inicialmente por la Delegación del Gobierno de Madrid y autorizada posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia de dicha comunidad, propició que gracias a AUGC se consiguiese un pronunciamiento, definitivo ya, por parte del Tribunal Supremo, tras recurso de la Administración que seguía empeñada en que los guardias civiles fuésemos ciudadanos de segunda, que aseguraba el derecho a manifestación de los y las guardias civiles,  un salto cualitativo en nuestros derechos que hace que hoy podamos acudir a las manifestaciones convocadas sin esa amenaza disciplinaria constante que tanto han usado los distintos gobiernos contra uno de nuestros derechos fundamentales.

A pesar de que AUGC haya consolidado este derecho, el derecho sigue restringido por las leyes, porque entre otras prohibiciones, exige que las manifestaciones no sean de carácter político o sindical. Esta restricción hace que las manifestaciones convocadas o con claro signo sindical, sean “peligrosas” desde el punto de vista disciplinario. En la hoja de ruta de AUGC estaba y está el volver a convocar manifestaciones y concentraciones durante la tramitación de los presupuestos generales del Estado, como forma de presión para incluir en ellos mejoras económicas para las que creemos que ya no hay ninguna excusa creíble por parte del Gobierno.

El hándicap de no poder realizar esta reclamación junto a sindicatos de manera formal, hace que desde AUGC pensemos que dicha reclamación - que nos afecta por igual a policías y a guardias civiles -  deba realizarse de forma conjunta, y para ello, debemos buscar una plataforma “neutra”, es decir no sindical, que nos pueda unir bajo una misma pancarta.

En este periodo de elaboración y negociación de los presupuestos y diseño de un “guion” de movilizaciones por parte de AUGC, surge Jusapol, que cumple con la premisa de no ser un sindicato y que, así hay que celebrarlo, ilusiona y moviliza a numerosos compañeros, primero en la Policía y después en la Guardia Civil. Entusiasmo que se extiende, por primera vez a la sociedad, debido a nuestro trabajo, siempre importante pero ahora tan relevante, teniendo en cuenta la situación política tan especial que atraviesa el país.

En estas circunstancias, la pregunta que nos hicimos es ¿para qué construir algo que ya está creado y que funciona? De modo que, bajo el “paraguas Jusapol”, entendemos que desde AUGC tenemos que apoyar a esta asociación, pues mientras mantenga esa doble condición: la de  supeditar su propia existencia a conseguir la equiparación salarial, por un lado, y que no se convierta en sindicato o asociación que pueda acarrear problemas a los guardias civiles que participen en la misma, por otro, nos parece un vehículo perfecto para que podamos “subirnos” en él guardias civiles y policías.

No perdemos nuestra identidad por ampararnos legalmente en una asociación que haga más segura nuestra asistencia a manifestaciones y concentraciones, porque nuestra identidad, más allá de las siglas, nos la da nuestro espíritu de lucha, nuestra unión, nuestra constante y arriesgada reivindicación por unas condiciones laborales y económicas iguales al resto de policías de España.  Además, junto con el resto de asociaciones profesionales de guardias civiles, vamos a liderar la unión entre asociaciones, sindicatos policiales y Jusapol, porque ni policías ni guardias civiles iban a entender que por las razones que sean queden fuera de esta lucha ninguna organización sindical o asociativa. Hay que limar asperezas y desde AUGC ya estamos en esa labor y seguiremos hasta conseguir una unión de todos en este ilusionante reto que tenemos por delante, sin protagonismos. Todos tenemos nuestra historia de lucha y de sacrificios y ésta no corre ningún peligro por aunar esfuerzos en esta causa común.

Por este motivo, por aunar esos esfuerzos, y tras reunirnos el pasado miércoles los sindicatos y asociaciones representativas de Policía Nacional y Guardia Civil, respectivamente, con Jusapol hemos decidido sumar esas capacidades y demostrar al Gobierno, a los partidos políticos y a toda la sociedad que la equiparación salarial nos une por encima de siglas, colores, categorías profesionales y empleos. Compartimos profesión, riesgos, preocupaciones, limitaciones en derechos laborales y desvelos por la seguridad de todos los españoles. Y compartimos la ilusión de obtener la dignidad salarial que todos los policías nacionales y guardias civiles merecen.

Con un mismo objetivo, #UnidosxlaEquiparacion (este será el hashtag que utilicemos todos desde ahora), vamos a sumar recursos de unos y otros, habilidades y conocimientos, ideas y propuestas. Compartiendo todo eso vamos a ser más fuertes y nuestra voz llegará con renovada firmeza. Todas las iniciativas serán consensuadas y compartidas, apoyadas por todos.

Vamos a diseñar entre todos un calendario de actos reivindicativos y movilizaciones en los que pediremos a todos los guardias civiles y policías la máxima implicación, a la sociedad, a los partidos políticos, las organizaciones sociales y los medios de comunicación todo el apoyo necesario para conseguir, de una vez, la justísima y ansiada equiparación salarial. Ahora es el momento y vamos a conseguirlo.

¡Juntos avanzamos!

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