Tras los cambios en la cúpula de la Guardia Civil, AUGC reclama al Gobierno que se impulsen las reformas verdaderamente necesarias

AUGC de acuerdo con una reestructuración orgánica en la Guardia Civil, pero no la creada sorpresivamente por Interior.

por Juan Fernández Hernandez

Encuentro entre los responsables ministeriales y las asociaciones para informar sobre la nueva estructura en la Guardia Civil.
Encuentro entre los responsables ministeriales y las asociaciones para informar sobre la nueva estructura en la Guardia Civil.

REESTRUCTURACIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL

En la mañana de ayer lunes 31 de julio, se mantuvo un encuentro entre el Secretario de Estado de Seguridad, acompañado por los responsables de la Dirección General de la Guardia Civil, con las asociaciones profesionales representativas en el Consejo de la Guardia Civil para informar sobre el Real Decreto aprobado en el último Consejo de Ministros y por el que se modifica la estructura orgánica básica del Ministerio del Interior, tratando aquellos cambios que afectan, sobre todo, a la Guardia Civil.

Desde AUGC lamentamos que no sea el propio Ministro del Interior quién acudiera al encuentro para informar y escuchar de primera mano a los representantes de las asociaciones profesionales, señalando la incesante improvisación a la que lamentablemente nos tienen acostumbrados los responsables de la Guardia Civil para con los representantes de los trabajadores de la Institución, pues se nos informó del encuentro sin la antelación necesaria y tras ser conocedores de esta reforma a través de los medios de comunicación. Así, el Secretario de Estado de Seguridad  ha señalado que la reunión tenía como propósito hacer partícipe de los cambios impulsados, por medio también de las asociaciones, a todos los guardias civiles. Algo que no parece lógico puesto que la aprobación de esta nueva forma de organización debería haberse producido tras ser escuchadas las asociaciones profesionales y las propias estructuras de mando a través del perceptivo órgano creado para tal fin, el Consejo de la Guardia Civil. 

Básicamente los miembros del Gobierno han venido a expresar dos cuestiones, la primera de ellas el reconocimiento a una cuestión que AUGC lleva tiempo poniendo de relieve, y es la falta de coordinación entre las diferentes subdirecciones, por lo que se sopesó desde Interior potenciar la figura de la DAO con el nombramiento de un militar jerárquicamente superior, pero finalmente se optó por rescindir esta figura de la DAO y la creación de una nueva estructura más horizontal, con cuatro subdirecciones dependientes del Director General: 

1.    El Mando de Operaciones Territoriales.

2.    El Mando de Información, Investigación y Ciberdelincuencia. 

3.    El Mando de Personal y Formación. 

4.    El Mando de Apoyo e Innovación. 

Se nos informó que en septiembre, si se tendrá en cuenta la opinión de diversos sectores del Cuerpo, entre ellos las asociaciones, para desarrollar esta estructura mediante la correspondiente Orden Ministerial.

La segunda cuestión que trasladó el Secretario de Estado de Seguridad, es que aún admitiendo la falta de plantilla que existe en la Guardia Civil, la cual debe ir subsanándose, desde el Gobierno se quiere impulsar una mayor eficiencia, dotando al personal existente de una mayor formación y una mayor dotación técnica.

Tras la intervención del Secretario de Estado de Seguridad, AUGC ha realizado las siguientes consideraciones:

La primera de ellas fue desaprobar como se ha llevado a cabo esta profunda reestructuración en la cúpula de la Guardia Civil, pues a pesar que desde Interior se ha manifestado que la misma obedece a una decisión reflexionada, la sorpresa causada no parece corresponder con esta afirmación. Se debería haber informado con anterioridad a la aprobación de la norma tanto a los propios cuadros de mando como a las asociaciones profesionales, mas aún si tenemos en cuenta que estos cambios inciden en aspectos de personal, en los que es competente el Consejo de la Guardia Civil, como es el caso de la formación o la prevención de riesgos laborales. 

Y si precisamente lo que se pretende realmente es potenciar la formación, mal vamos cuando de entrada ya hay una discriminación en las equivalencias académicas con respecto a la Policía Nacional, en las condiciones de acceso al Cuerpo y en la promoción interna. 

Una segunda cuestión importante que ha transmitido AUGC es que estos cambios en la cúpula del Cuerpo no servirán para mucho, pues la reforma que necesita la Guardia Civil debe venir acompañada de otras reformas importantes que afecten a la totalidad de los integrantes del Cuerpo. 

Tal y como se está comprobando con la polémica generada por estos cambios, se hace evidente el necesario reforzamiento de la interlocución entre la Administración y las asociaciones profesionales, las cuales son ya verdaderos agentes institucionales en la Guardia Civil, y con los que hay que contar. Así,  entre otras medidas a aplicar y que no se han llevado a efecto en esta reforma, sería la potenciación del Gabinete Técnico, siendo este órgano responsabilidad de un funcionario civil para prestar asistencia al Director General, ejercer la coordinación entre las diferentes subdirecciones, y mantener contacto directo con las asociaciones profesionales.  

Otro asunto importante por el que AUGC se ha interesado ha sido la reorganización territorial de las unidades, afirmando directamente a los responsables políticos asistentes a la reunión, que esta se llevará a efecto gracias a la creación del Mando de Operaciones Territorial, y que en el próximo otoño se continuará avanzando, contando con la participación de los representantes asociativos. 

En conclusión, una reunión tardía, porque si se hubiera propiciado la información e incluso la participación de los diversos sectores de la Guardia Civil en los cambios previstos, se podría haber evitado la actual polémica. A pesar que desde Interior se afirma que no ha habido improvisación y si mucha discreción, lo cierto es que esta reestructuración ha llegado por sorpresa, con unos cambios que observaremos con reserva, hasta tanto comprobemos que tras los mismos se encuentra la verdadera intención de modernizar las condiciones profesionales de los Guardias Civiles. Lamentamos que esta reforma se quede solo en la cúpula, pues la Guardia Civil si que necesita una verdadera reestructuración integral, pero empezando desde abajo hacía arriba con una mayor formación, una mayor dotación técnica, o con la inaplazable reorganización territorial y funcional de las unidades, así como la creación de un Catálogo de Puestos de Trabajo, junto con las funciones a desarrollar por los empleos que configuran las diferentes escalas del Cuerpo; y por supuesto dotando del espacio y la interlocución adecuada, a las asociaciones profesionales.

 

 

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