Ante el fallecimiento del Coronel Luis Otero, AUGC expresa su máximo respeto y admiración a una figura clave en lucha por los derechos de los trabajadores de las Fuerzas Armadas

A diferencia de Otero, los guardias civiles expulsados del Cuerpo por su actividad sindical todavía no han sido readmitidos en su condición profesional

por Ildefonso Garcia Ruiz

El entonces Comandante Otero, fotografíado en Madrid en 1977. Foto: Ricardo Martín / El País.
El entonces Comandante Otero, fotografíado en Madrid en 1977. Foto: Ricardo Martín / El País.

Luis Otero Fernández, uno de los históricos pioneros en la lucha por los derechos de los militares y la democratización de las Fuerzas Armadas, ha fallecido en Madrid a los 85 años de edad. Otero Fernández, coronel del Arma de Ingenieros en situación de retiro, era Presidente de Honor de la Asociación-Foro Milicia y Democracia (FMD),  que en su comunicado recuerda que “el coronel Luis Otero, uno de los doce fundadores de la Unión Militar Democrática (UMD), en la histórica reunión de Barcelona del 1 de diciembre de 1974, es un símbolo de los militares demócratas españoles y de su lucha contra el régimen franquista y por el establecimiento en España de un sistema democrático constitucional. Por su valiente compromiso democrático, fue detenido, juzgado y condenado, siendo separado del Servicio y excluido, junto al resto de los oficiales de la UMD, de la aplicación plena de la Ley de Amnistía de 1977. En 1987 fue rehabilitado, pero no se le permitió volver a vestir el uniforme en servicio activo”.

AUGC se suma a las condolencias y quiere expresar su máximo respeto y admiración hacia esta figura que tanto lucho y padeció por la conquista de libertades fundamentales para los trabajadores de las Fuerzas Armadas, tal y como recuerdan hoy desde FMD: “El entonces comandante Otero, por su antigüedad y caracterización militar, fue tratado con particular dureza por la dictadura franquista. Durante los meses de prisión provisional debió soportar periodos de aislamiento y continuas desconsideraciones a su rango militar por parte de sus guardianes subordinados -un Oficial de Servicio llegó a ser amonestado por tratar con cortesía militar a sus compañeros presos-; una vez condenado a la pena más elevada de todos los procesados -ocho años y un día de prisión- fue conducido en solitario al Castillo de San Carlos en Palma de Mallorca con la intención deliberada de quebrar su moral por aislamiento”.

La Unión Militar Democrática y el Sindicato Unificado de la Guardia Civil

La Unión Militar Democrática se encuadra en las Fuerzas Armadas como uno de los movimientos nacidos a caballo entre los últimos tiempos del franquismo y los inicios de la Transición, al igual que ocurriera en la Guardia Civil con el SUGC -Sindicato Unificado de la Guardia Civil- hombres que apostaron por la democracia y el cambio en las Fuerzas Armadas. Consejos de Guerra, represalias, encarcelamientos y por último la expulsión del Ejercito fueron las consecuencias para ellos (recordemos que no es hasta 1986 cuando se autoriza el ingreso de las mujeres en los cuerpos militares y militarizados). Finalmente, aunque tarde, el reconocimiento llegó para los integrantes de la Unión Militar Democrática a quienes se les dio la opción de retomar su carrera profesional, la mayoría rechazaron esta posibilidad, y años más tarde, en el 2010 de la mano de la entonces Ministra de Defensa y también recientemente fallecida, Carmen Chacón, se les reconocía públicamente su valores y acciones para alcanzar unas Fuerzas Armadas con derechos.

No ocurrió así para los guardias civiles que fundaron el SUGC. El movimiento sindical en el Cuerpo de la Guardia Civil germina en la ‘Manifestación de la Seguridad Social’ protagonizada valientemente por un puñado de policías y guardias civiles, el 17 de diciembre de 1976 en Madrid. Cabe recordar, en este sentido, que las duras represalias que sufrió el Coronel Otero Fernández las padecieron igualmente en la Guardia Civil otros luchadores históricos por los derechos de los trabajadores del Cuerpo, como por ejemplo el sargento José Morata, quién sigue esperando justicia y dignidad a su lucha por la democratización de la Guardia Civil, y que pagó con su expulsión del cuerpo en la década de los noventa.

A diferencia de ellos, sin embargo, el Gobierno sí ofreció la rehabilitación a los integrantes de la UMD en su condición de militar, mientras que los guardias civiles que fueron expulsados del Instituto Armado todavía aguardan la reparación de su honor. Quizás ese reconocimiento a los guardias civiles expulsados por su lucha para conseguir una Guardia Civil más moderna y con derechos no se ha producido aún por que en cierto modo el trabajo de estos valientes tuvo éxito, y su actividad nunca cesó, pues fruto de la lucha de estos valientes nació AUGC como heredera del movimiento sindical clandestino en la Guardia Civil. El reconocimiento para quienes fueron expulsados de la Guardia Civil por perseguir derechos y dignidad también llegará, el sargento Morata y el resto de compañeros verán reconocido su trabajo por las Instituciones, con ellos la democracia está en deuda, y AUGC seguirá trabajando para esa deuda sea saldada sin mayor demora ni retraso.

Querido Otero, mi coronel, descansa en paz. Sit tibi terra levis.

Aquí, un vídeo en el que se muestra la condecoración con la que la España democrática reconoció la lucha de aquellos valientes pioneros en pleno franquismo.

 

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