AUGC reclama que se concrete y lleve a cabo en el menor tiempo posible el plan para la reorganización territorial de la Guardia Civil

La actual distribución, con cuarteles dispersos con nula operatividad, responde a una estructura desfasada que impide que se preste un servicio de calidad.

por Ildefonso Garcia Ruiz

Muchos cuarteles de pueblos pequeños apenas pueden abrir sus puertas unas horas al día, y a veces ni eso.
Muchos cuarteles de pueblos pequeños apenas pueden abrir sus puertas unas horas al día, y a veces ni eso.

AUGC confía y desea que la Dirección General confirme y concrete el posible estudio de una reorganización de la actual distribución territorial de la Guardia Civil, tal y como se ha publicado esta semana en un medio de comunicación.

Es sabido que desde nuestra asociación llevamos años defendiendo la necesidad de esta reorganización para hacer de la Guardia Civil un cuerpo policial moderno y  en consonancia con la realidad social actual, en la que las condiciones laborales de los agentes, la forma de comunicarse y las infraestructuras y vías de comunicación ya no son las de hace unas décadas y mucho menos las que había en el siglo XIX.

La escasez de agentes y la dispersión de los pequeños cuarteles provocan que estos se encuentren a menudo cerrados, o sin capacidad operativa alguna. Por esto es urgente acometer una reestructuración de los puestos, concentrando medios técnicos y humanos en cuarteles potentes que puedan dar un servicio adecuado al medio rural, que, como sabemos, con la actual estructura se encuentra en gran medida muy desprotegido. Resulta absurdo mantener instalaciones vetustas que en mucha ocasiones permanecen cerradas al público ante la falta de agentes.

Los cuarteles de la Guardia Civil deberían contar, como mínimo, con una plantilla de 22 personas. Más concretamente 18 guardias civiles, dos cabos y dos suboficiales. Para que un acuartelamiento del Cuerpo fuera realmente operativo, debería estar abierto las 24 horas del día y contar con un agente presente en el Cuartel, lo que se viene a llamar el Guardia de Puertas, y una patrulla recorriendo la demarcación asignada. Dado que los turnos de servicio son, normalmente de ocho horas, era necesario disponer de 9 agentes diarios de servicio (tres en cada turno). Las gestiones propias de una Unidad así serían desarrolladas por los Suboficiales (uno como Comandante de Puesto y el otro para sustituciones en el mando por descansos semanales, permisos, bajas médicas, asistencia a cursos de perfeccionamiento, etc.).

 

Sin embargo, todavía, a día de hoy, existen acuartelamientos de la Guardia Civil que siguen abiertos única y exclusivamente por capricho de políticos o prebostes de la zona en cuestión, y eso va a ser muy complicado de revertir. No obstante, para AUGC el que se vuelva a hablar de forma más o menos seria de algo tan necesario actualmente en la Guardia Civil como es la modernización de su despliegue territorial no deja de ser buena noticia y en ese sentido debemos reivindicar y animar a la Dirección General a que la acometa en cuanto sea posible. Para ello urge que concrete sus planes y establezca plazos para llevarlos a cabo.

 

 

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