La ministra de Defensa se reúne con los guardias civiles represaliados por su lucha en el sindicalismo clandestino de los años ochenta y noventa

El encuentro debe servir como impulso definitivo para la reparación del honor y categoría profesional de aquellos valientes compañeros que arriesgaron su carrera por la reclamación de derechos para los guardias civiles.

por Ildefonso Garcia Ruiz

De izquierda a derecha: José Morata, Margarita Robles, Cabo Rosas y José Piñeiro.
De izquierda a derecha: José Morata, Margarita Robles, Cabo Rosas y José Piñeiro.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha reunido esta mañana con el socio fundador de AUGC José Morata y otros compañeros que en los años ochenta y noventa sufrieron durísimas represalias por su lucha en favor de los derechos de los guardias civiles. De hecho, el sargento Morata, el cabo Rosas y el guardia civil Piñeiro, a día de hoy, continúan expulsados del Cuerpo como consecuencia de su valiente labor en el sindicalismo clandestino de la Guardia Civil, germen de lo que hoy es y representa la Asociación Unificada de Guardias Civiles.

Como es sabido, AUGC lleva años reclamando la reparación del honor y su condición profesional de  los compañeros que con tanto sacrificio y riesgo abrieron camino en la reclamación del derecho a la plena ciudadanía de los miembros de la Guardia Civil y singularmente el reconocimiento del derecho fundamental de representación colectiva.

Sin embargo, y pese a que en el pasado se consiguieron apoyos incluso de ámbito parlamentario, a día de hoy se continua manteniendo, incomprensiblemente, esta injusta situación en la falta de reparación del honor para quienes de manera honrada y haciendo valer los valores democráticos de nuestra Constitución tanto lucharon para conseguir una Guardia Civil mas justa y plural en su ámbito interno.

Con la reunión de hoy se abre un nuevo espacio de diálogo en el que poder buscar fórmulas que reconozcan la injusticia que se cometió en su día y se sigue cometiendo contra estos trabajadores, cuyo único ‘delito’ fue buscar la dignificación profesional de un colectivo que carecía de derechos fundamentales.

Para dicha reparación sería necesario emprender un trámite legislativo que no puede demorarse más. Tras el paso dado hoy por parte del Ministerio de Defensa a través de su ministra, es sin duda el turno del Ministerio del Interior, que debe abanderar ahora la iniciativa para corregir un abuso que ha arruinado las carreras profesionales y causado un hondo perjuicio personal a muchos de aquellos valientes compañeros.

Por eso esperamos que la reunión de hoy suponga el primero de los sucesivos pasos que se han de dar para hacer justicia con estos valientes. Este encuentro con la ministra, Margarita Robles, debe servir como trampolín de impulso de una reparación no sólo justa y necesaria para los guardias civiles que sufrieron aquella persecución, sino para el conjunto de la democracia española.

 

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