La Guardia Civil se gasta 60.000 euros en una bandera, mientras los guardias civiles trabajan con medios precarios

por Administración AUGC

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Continuando en su línea habitual a la hora de señalar prioridades, la Guardia Civil vuelve a derrochar los recursos en celebraciones que nada tienen que ver con el cometido del Cuerpo. En este caso se trata de la entrega de una bandera nacional en la Comandancia de Álava, un acto cargado de boato que tendrá lugar el próximo mes de mayo.
Para ello, durante los últimos días han dedicado su tiempo y esfuerzo en la preparación de la ceremonia cientos de guardias civiles destinados en las Comandancias de Álava, Bilbao y San Sebastián, además del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil en el País Vasco.
Además, con motivo de la celebración de este acto se han reformado las instalaciones de la Comandancia de Álava, que se encontraban en un estado lamentable. Ahora, para esto, sí que había dinero. En este sentido, baste decir que la bandera ha costado nada menos que 60.000 euros (está bordada con hilos de oro), pagados por la Subdelegación del Gobierno en Álava.
Es decir, que una vez más podemos considerar que en la Guardia Civil existen necesidades de primero y segundo orden. A saber:
Necesidades prioritarias:
1.    Celebrar desfiles, ceremonias y otros actos llenos de brillo, medallas y banderas que cuestan 60.000 euros.
2.    Abrir cuarteles innecesarios en el pueblo del Ministro (Fernández Díaz, en la más rancia tradición del NODO, inauguró el pasado 15 de marzo el acuartelamiento de Fitero, en Navarra, donde reside su madre, con un coste de dos millones de euros y rodeado por otros cuarteles de la Guardia Civil).
3.    Organizar expediciones a santuarios religiosos (en mayo, quince agentes viajarán a Lourdes con todos los gastos pagados, y con un presupuesto de casi 11.000 euros, el coste de más de veinte chalecos antibalas).
4.    Dejar en los bolsillos de los altos mandos la mitad de la partida total destinada a Productividad, de manera que 10.000 jefes se repartan 82,5 millones y dejen otro tanto para 70.000 trabajadores.
Cuestiones que siempre pueden esperar, porque no alcanza el dinero
1.    Proveer de chalecos antibalas a los guardias civiles.
2.    Dotarlos de vehículos en condiciones para hacer su trabajo (total, con cacharros con más de 400.000 kilómetros ya se apañan).
3.    Proporcionar a los agentes unas instalaciones adecuadas para su actividad, velando por su seguridad a través de la implantación de las medidas de prevención de riesgos laborales que marca la Ley.
4.    Respetar una jornada laboral justa, y ya acordada entre las asociaciones y la Dirección General.
5.    Pagarlos al mismo nivel que sus compañeros de otras policías españolas.
6.    Reponer las bajas por jubilación o enfermedad, de manera que no se reduzcan los efectivos que velan por la seguridad de los ciudadanos.

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