Poco parece importarle a la DGGC la conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores de la Guardia Civil. Y es que de nuevo son muchos los guardias civiles que siguen esperando en vano conocer la publicación de sus nuevos destinos por petición de vacantes, a pesar del compromiso de la Dirección General de anunciarlas cada seis meses en el Boletín Oficial de la Guardia Civil (BOGC).
Y es que son miles los guardias civiles que esperan con nervios y ansiedad la publicación de dichos destinos. Sin embargo, su esperanza se ha vuelto a ver truncada al comprobar que, en la fecha anunciada, no han sido publicadas en el BOGC la resolución de las vacantes anunciadas. Y tampoco se ha emitido ninguna explicación ni nota aclaratoria con fechas próximas sobre dicha resolución de vacantes. Sin anunciar las vacantes, sin explicaciones y con el futuro de muchas familias en juego, así se las gastan en la DGGC.
La pésima gestión de la Institución, que parece no tener en cuenta las necesidades de sus miembros, se ve especialmente agravada en estas fechas, puesto que son numerosos los trabajadores y trabajadoras del Cuerpo con hijos en edad escolar, y que a fecha de hoy, a días de que arranque el nuevo curso escolar, todavía no saben dónde deberán continuar estos sus estudios.
Asistimos, por tanto, a una muestra más de arrogancia y falta de respecto que existe en la Guardia Civil respecto a sus trabajadores y las familias de estos. Y es que al incumplimiento de la entrada en vigor efectiva de la nueva jornada laboral y los turnos de trabajo se añade sistemáticamente el retraso en la publicación de las vacantes.
Resulta extremadamente difícil, en estas circunstancias, la conciliación entre la vida profesional y la familiar. Un grave trastorno que, sin embargo, parece preocupar muy poco a la Dirección General y a su Director, Arsenio Fernández de Mesa.
