Los agentes de la Guardia Civil sufrieron 154 agresiones físicas en los primeros 90 días de este año

El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Institución tan solo ha investigado siete ataques. La mayoría fueron sin armas, pero también se empleó algún arma blanca o incluso de fuego, lo que indica lo necesidad de disponer del suficiente material de defensa y protección, que esté actualizado y se ajuste a la situación actual de la calle

Objeto empleado en una agresión contra un Guardia Civil. Imagen de archivo.
Objeto empleado en una agresión contra un Guardia Civil. Imagen de archivo.

Tan solo transcurrieron 10 días desde que comenzó 2022 cuando un Guardia Civil sufrió en acto de servicio la primera agresión del año. Fue un ataque físico en el que el atacante también utilizó un arma blanca, según consta en el asunto de los informes específicos sobre condiciones de trabajo que elabora el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Institución. Ese mismo mes, el área realizó una investigación más por otro “accidente” de este tipo. Ocurrió el mismo día, el 10 de enero, y en la agresión física no se empleó contra el agente ningún arma de fuego o sujeta a reglamentación específica.

Son dos de las tres posibilidades que se contemplan en estos documentos elaborados por la Dirección General de la Guardia Civil. La tercera ocurrió por primera vez el día 7 de febrero de este año, cuando tres agentes fueron víctimas de un ataque con arma de fuego. Aquel suceso también estuvo bajo la investigación del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales junto a otros cuatro ataques independientes.

Siete ataques de un total de 154 fueron objeto de trabajo del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales. El resto de agresiones que se produjeron entre enero y marzo no se investigaron y la Dirección General de la Guardia Civil tampoco posibilita más información al respecto. De su totalidad se conoce que en 147 agresiones no se emplearon armas blancas ni de fuego mientras que en otras siete sí.

No es posible conocer en qué destino o especialidad estaba el personal afectado, pero el mismo informe de la Dirección General establece que los componentes de Seguridad Ciudadana son los más “accidentados” en el trabajo, término que emplean en el documento. Tampoco especifican qué tipos de “accidentes” sufren mayoritariamente, pero las agresiones pueden ser parte del día a día. Hace dos meses que seis agentes destinados en Almería sufrieron manotazos, empujones y mordiscos al intentar identificar a un individuo. A principios de año, un ciudadano intentó apuñalar a varios Guardias Civiles en Rincón de la Victoria, Málaga. Son unos sucesos de los numerosos que ocurren durante el servicio.

imagen de una actuacion de guardias civiles en la localidad almeriense de roquetas de mar donde se han producido agresiones a agentes
Imagen de la actuación de los Guardias Civiles en la localidad almeriense donde se les intentó apuñalar.

Para poder desempeñar las funciones con mayores garantías y los menores riesgos posibles no sólo son necesarias unas penas más graves y mayor protección jurídica. Debemos de disponer del suficiente material de defensa y protección, de unos recursos actualizados y ajustados a la actualidad. Actualmente no hay chalecos antibalas para un uso individualizado y aunque se ha comenzado a adquirir pistolas taser la dotación no llegará a todos los puntos de España. Esto pese a que sus cámaras son imprescindibles para obtener pruebas de los delitos e intervenciones. Faltan medios técnicos y materiales para poder realizar el trabajo en numerosos destinos y especialidades.

La situación de la calle está en una continua evolución y la Guardia Civil debe preocuparse por los riesgos diarios que surgen y se afrontan. Cuando la integridad física peligra, la protección de los trabajadores tendría que ser primordial. La Dirección General es conocedora de este centenar de agresiones que se han producido durante los primeros 90 días del año. Tres meses es un período temporal pequeño para 154 ataques y además las técnicas van más allá de la agresión física, pero continuamos sin recursos materiales suficientes. Se emplean armas blancas o de fuego, así como objetos contundentes; también lo sabe el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Institución, y la política es seguir esperando. Mientras pasan los días aumentan las estadísticas y se pierde el principio de autoridad no vemos la llegada de unos medios que tendrían que estar ya disponibles desde hace tiempo y en cantidades suficientes.

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