AUGC pide a los Mandos de Canarias que garanticen la conciliación para que no se repitan casos como el del Guardia Civil D. Alberto Toledano

El General de la 16ª Zona de la Guardia Civil del archipiélago ha recibido una comunicación para que dicte instrucciones que eviten el mal funcionamiento de los mandos ante las necesidades de conciliación

por Redacción AUGC

Seguimos conciliando a golpe de sentencia. Depuración de responsabilidades, reparación moral y presentación de disculpas por los perjuicios ocasionados a Alberto Toledano y al resto de afectados por casos similares.
Seguimos conciliando a golpe de sentencia. Depuración de responsabilidades, reparación moral y presentación de disculpas por los perjuicios ocasionados a Alberto Toledano y al resto de afectados por casos similares.

El Guardia Civil Alberto Toledano logró conciliar su vida laboral y personal el pasado mes de marzo. Sin embargo, la necesidad del compañero tuvo que ser reconocida, una vez más, mediante un Tribunal de Justicia y con la compañía de los servicios jurídicos de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Parece que derechos como este sólo se pueden lograr a golpe de sentencia.

Bajo el mando del General de la 16ª Zona de la Guardia Civil del Canarias, a Toledano se le denegó un cambio de turno para poder cuidar a su hijo. El pequeño padece una discapacidad reconocida del 75 %, “limitaciones graves” provocadas por el trastorno del espectro autista y el niño no podía quedar únicamente al cuidado de la madre debido a las “conductas disruptivas de agresividad” que presenta. Pese a la situación, la Guardia Civil de la Zona de Canarias, lugar donde el agente está destinado, no tuvo en consideración sus necesidades. Se le denegó la posibilidad de conciliar su vida laboran con la familiar. Estos hechos nos produjeron una profunda desazón y no pueden volver a repetirse. Se lo hemos transmitido al General al cargo.

En el ámbito de sus altas responsabilidades, le pedimos que dicte las resoluciones necesarias para que en un futuro no se produzca otro mal funcionamiento del ejercicio del mando ante casos similares ni frente a todos los demás que requieran de conciliación con la vida personal. Son merecedores de una atención justa y adecuada como personas y como miembros de la Guardia Civil.

Pensamos que es necesario que el Alberto Toledano, el agente afectado por la mala praxis de la cadena de Mandos, reciba una disculpa por parte del General receptor de la carta. Tiene que haber una reparación moral por el daño que causado al hombre a través de una mejorable gestión de las potestades públicas. Deseamos que el derecho a conciliar no tenga que seguir siendo reconocido ante un tribunal, por el bien de la Institución, de los Guardias Civiles y sus familias.

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