La Asociación Unificada de Guardias Civiles en Alicante viene denunciando desde hace años las deficiencias y carencias de personal y medios para desarrollar la mejor labor hacia el ciudadano y la defensa de sus intereses y propiedades en toda la demarcación de la Guardia Civil de la Compañía de Torrevieja.
No olvidamos tampoco el mal estado de las instalaciones y la inexistencia de un lugar donde los agentes destinados en Torrevieja puedan practicar e instruirse debidamente, teniendo que aceptar para ello locales inadecuados cedidos por particulares, donde todo está lleno de vigas, gravilla, piedras e incluso hierros, ya que es una nave de prefabricados.
Los trabajadores están siempre condenados a sufrir las inclemencias del tiempo (en invierno hace mucho frio por el fuerte viento y en verano mucho calor, ya que es un terreno seco, y dentro de la nave el ambiente es sofocante, debido a que la nava está construida con chapas de acero). No hay colchonetas, ni aseo (a las prácticas asisten tanto agentes masculinos como femeninos).
Además, hay mucha teórica, y los guardias civiles tienen que estar allí todos a pie plantón. También, como es lógico, en las prácticas se manejan armas y munición. Sin embargo, y pese a esto, nunca hay una ambulancia cerca
Ya en una ocasión, realizando las prácticas, hacía un fuerte viento y de repente se escuchó un crujido y todos los agentes allí presentes pudieron ver cómo caía al suelo con gran estrépito una gran chapa del tejado de la nave contigua abandonada.
Lo más curioso es que al finalizar las practicas cada día los agentes rellenan un cuestionario con sus datos y un apartado de observaciones, en el que además de las quejas verbales más de uno ha hecho constar que el lugar no es el adecuado para hacer las jornadas, pero sin que hayan surtido efecto las quejas hasta el momento.
El último ejemplo lo tenemos en una agente del Puesto de Torrevieja que, cuando practicaba la defensa personal en uno de esos locales cedidos, (la estructura de una nave abandonada) se hizo una heida en una mano con uno de los objetos cortantes que abundan por el suelo, necesitando cuatro puntos de sutura y causando baja para el servicio.
Con ella ya son 45 agentes los que están de baja médica en la Compañía de Torrevieja, con lo que la falta de personal se acrecienta.
A todo ello, bajas médicas, techos que se derrumban, rampas deslizantes y peligrosas, instalaciones defectuosas, material inadecuado, anticuado o inexistente, hemos de añadir el pésimo estado de la mayoría de vehículos oficiales que actualmente tienen que utilizar los agentes.
De los 96 vehículos adjudicados a la Compañía de Torrevieja, el estado de de 38 de ellos ha sido calificado oficialmente como regular, el de 23 como malo y el resto (es decir, sólo una tercera parte) bueno.
Pero hemos de tener en cuenta que los jefes que dan esas calificaciones no deben ser expertos en ello, ya que califican cono bueno un vehículo en Jacarilla del que especifican que sale humo del motor. Uno en San Miguel de Salinas del que detallan que tiene el compresor roto, y otro en el mismo Puesto calificado como bueno, pero que está inmovilizado por accidente, y otro más en ese lugar sin batería e inmovilizado pero calificado su estado como bueno.
Los calificados como regular dan para pensarse seriamente en subir a ellos; fallos eléctricos, pérdida de aceite en la caja de cambios, avería en el caudalímetro, pastillas de freno gastadas, avería en el embrague, pérdida de liquido de la dirección, avería en el motor de arranque, fallo al acelerar, avería en la caja de cambios, problemas de inyección, etcétera.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Alicante (AUGC), una vez más, desengañados de la gestión de quienes deben velar por la seguridad de sus trabajadores, que no son otros más que los responsables políticos y policiales de la provincia, volvemos a poner en conocimiento de la opinión pública y de los ciudadanos en general estos hechos. Creemos que es muy importante subsanar estas deficiencias para darles a los ciudadanos el mejor servicio posible y velar adecuadamente por ellos y sus propiedades.
Sin personal, sin medios adecuados y sin unas instalaciones dignas, difícilmente podremos dar el servicio que los ciudadanos demandan y merecen.
No olvidamos tampoco el mal estado de las instalaciones y la inexistencia de un lugar donde los agentes destinados en Torrevieja puedan practicar e instruirse debidamente, teniendo que aceptar para ello locales inadecuados cedidos por particulares, donde todo está lleno de vigas, gravilla, piedras e incluso hierros, ya que es una nave de prefabricados.
Los trabajadores están siempre condenados a sufrir las inclemencias del tiempo (en invierno hace mucho frio por el fuerte viento y en verano mucho calor, ya que es un terreno seco, y dentro de la nave el ambiente es sofocante, debido a que la nava está construida con chapas de acero). No hay colchonetas, ni aseo (a las prácticas asisten tanto agentes masculinos como femeninos).
Además, hay mucha teórica, y los guardias civiles tienen que estar allí todos a pie plantón. También, como es lógico, en las prácticas se manejan armas y munición. Sin embargo, y pese a esto, nunca hay una ambulancia cerca
Ya en una ocasión, realizando las prácticas, hacía un fuerte viento y de repente se escuchó un crujido y todos los agentes allí presentes pudieron ver cómo caía al suelo con gran estrépito una gran chapa del tejado de la nave contigua abandonada.
Lo más curioso es que al finalizar las practicas cada día los agentes rellenan un cuestionario con sus datos y un apartado de observaciones, en el que además de las quejas verbales más de uno ha hecho constar que el lugar no es el adecuado para hacer las jornadas, pero sin que hayan surtido efecto las quejas hasta el momento.
El último ejemplo lo tenemos en una agente del Puesto de Torrevieja que, cuando practicaba la defensa personal en uno de esos locales cedidos, (la estructura de una nave abandonada) se hizo una heida en una mano con uno de los objetos cortantes que abundan por el suelo, necesitando cuatro puntos de sutura y causando baja para el servicio.
Con ella ya son 45 agentes los que están de baja médica en la Compañía de Torrevieja, con lo que la falta de personal se acrecienta.
A todo ello, bajas médicas, techos que se derrumban, rampas deslizantes y peligrosas, instalaciones defectuosas, material inadecuado, anticuado o inexistente, hemos de añadir el pésimo estado de la mayoría de vehículos oficiales que actualmente tienen que utilizar los agentes.
De los 96 vehículos adjudicados a la Compañía de Torrevieja, el estado de de 38 de ellos ha sido calificado oficialmente como regular, el de 23 como malo y el resto (es decir, sólo una tercera parte) bueno.
Pero hemos de tener en cuenta que los jefes que dan esas calificaciones no deben ser expertos en ello, ya que califican cono bueno un vehículo en Jacarilla del que especifican que sale humo del motor. Uno en San Miguel de Salinas del que detallan que tiene el compresor roto, y otro en el mismo Puesto calificado como bueno, pero que está inmovilizado por accidente, y otro más en ese lugar sin batería e inmovilizado pero calificado su estado como bueno.
Los calificados como regular dan para pensarse seriamente en subir a ellos; fallos eléctricos, pérdida de aceite en la caja de cambios, avería en el caudalímetro, pastillas de freno gastadas, avería en el embrague, pérdida de liquido de la dirección, avería en el motor de arranque, fallo al acelerar, avería en la caja de cambios, problemas de inyección, etcétera.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Alicante (AUGC), una vez más, desengañados de la gestión de quienes deben velar por la seguridad de sus trabajadores, que no son otros más que los responsables políticos y policiales de la provincia, volvemos a poner en conocimiento de la opinión pública y de los ciudadanos en general estos hechos. Creemos que es muy importante subsanar estas deficiencias para darles a los ciudadanos el mejor servicio posible y velar adecuadamente por ellos y sus propiedades.
Sin personal, sin medios adecuados y sin unas instalaciones dignas, difícilmente podremos dar el servicio que los ciudadanos demandan y merecen.
