Desde la delegación de AUGC en la provincia de Alicante se denuncia que, desde la entrada en vigor de la Orden General reguladora de la jornada y horario del personal de la Guardia Civil hace más de dos años, por distintos motivos los guardias civiles no disfrutan de los descansos que les corresponden. Llegándose al extremo de acumular días de descanso pendientes de disfrutar incluso del pasado año 2016.
Bien se pudiera aceptar una ligera demora en la concesión de los mismos debido a la escasez de personal, o incluso a las necesidades del servicio debidamente justificadas, pero lo que en todo caso es inaceptable es que esta justificación se perpetúe en el tiempo en detrimento del funcionario, que es quien siempre acaba pagando el pato. Pero es que además, según la Secretaría Jurídica de esta delegación, esta importante demora en la concesión de los descansos se da más en determinadas unidades grandes, o con un elevado número de personal en disposición de prestar servicio, llegando en algunos casos a alcanzar casi la treintena de días los que se les debe individualmente a varios agentes.
En el Puesto Principal de la Guardia Civil de Novelda la mayoría de los agentes arrastran una acumulación de entre 18 y 29 días de descanso sin disfrutar desde el mes de octubre del pasado año 2016.
En este vergonzoso y díscolo ranking, que parece ser lidera el Puesto Principal de Novelda, ocupa el segundo lugar el sempiterno polémico Puesto Principal de Torrevieja y lo siguen, entre otros, el de Santa Pola. Como podemos comprobar, siempre los mismos.
Desde AUGC Alicante se va a estudiar caso por caso para poder iniciar acciones en el supuesto que esta restricción sea arbitraria o caprichosa, invitando a todos nuestros afiliados a que se planifiquen mediante solicitud los días y así poder en caso de denegación impugnar eficazmente la misma con argumentos válidos en derecho, no es creíble, ni entendible que se permita que a algunos Guardias Civiles se les deba casi treinta días de descanso, lo que lógicamente repercute en la adecuada conciliación de la vida familiar de los agentes y en su propio rendimiento para el adecuado servicio a los ciudadanos.
