De nuevo se acerca el 12 de Octubre, fiesta nacional de España y también día de la Virgen del Pilar, Patrona de la Guardia Civil. Este año la celebración de los actos centrales tendrá lugar en Burgos, y aquí estamos, celebrando diversos fastos que supuestamente son para conmemorar tal fecha, aunque lo cierto es que están más enfocados a ser un ejercicio de marketing institucional y, en el peor de los casos, a exhibir la egolatría de los responsables de la institución, en un intento de demostrar su esfera de poder y lo mucho que han progresado en la profesión. Algo así como lo que decía Groucho Marx de sí mismo y sus hermanos: “Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria”, aunque en estos casos puntuales dicha miseria no sea precisamente económica.
El acto central del desfile se realizará con compañeros que deberían estar realizando labores de seguridad ciudadana, en un momento de crisis de personal en la provincia de Burgos, donde incluso el propio jefe de los agentes de Burgos reconoce que faltan más de 150 guardias civiles en la plantilla.
Para tal evento, se traerán más de 500 agentes de otras provincias, lo cual supondrá una pequeña inyección de dinero y de promoción turística para la ciudad. Pero estos agentes también provocarán un gran despilfarro de dinero de la Administración central, más preocupada por estos actos que por dotar de medios a los guardias civiles que patrullan los pueblos de Burgos, pues como venimos denunciando desde siempre, no tienen chalecos antibalas adecuados ni en calidad ni en cantidad suficiente.
Además, muchos de los vehículos que desfilarán se traerán sólo para el acto, pues los que se ven por las calles llegan a tener más de 500.000 kilómetros, contradiciendo cualquier recomendación de seguridad y a la propia DGT, los agentes que vengan a desfilar no aportarán nada a la seguridad pública del día a día, al contrario, bastantes saldrán de los Puestos de la Guardia Civil de Burgos, con lo cual ese día muchos turnos de trabajo quedarán desiertos porque no hay personal para estar en los dos sitios a la vez, incluidos los ensayos en días previos. Pero lo importante para los administradores es desfilar.
Todo ese despilfarro de dinero que sale de las arcas públicas servirá para imponer medallas otorgadas en muchos casos bajo criterios arbitrarios de amiguismos que deslucen injustamente las de aquellos que realmente las merecen. La entrega de estas condecoraciones servirá para hacer ejercicios hipócritas de homenaje a los caídos, cuando el resto del año no se preocupan en absoluto de la seguridad de quienes prestan servicio a sus órdenes.
La delegación de AUGC en Burgos ha sido invitada a los actos, pero ha rechazado participar de ellos, dada la falta de avances en las condiciones profesionales; el militarismo recalcitrante de estos actos; el retroceso de derechos de la mano de la “remilitarización”; las malas relaciones con la Dirección General debido a la falta de voluntad de avances en condiciones profesionales; y la negativa de la aplicación de turnos en la jornada laboral. Al mismo tiempo se está permitiendo, con la aquiescencia de la cúpula del Cuerpo, que se expediente a nuestros representantes, o que se les impida la entrada a las comandancias, incluso que se expulse a nuestros trabajadores de las oficinas asociativas que se encuentran en ellas.
Con este conflicto asociativo y laboral es evidente que no estamos como para celebrar fastos junto a aquellos que se distinguen por recortar derechos o de aplicarlos de forma restrictiva.
Mientras esto sucede, en la intimidad la mayor parte de las veces, sin fingimiento ni mojigatería, los profesionales honestos y volcados con su vocación, simplemente festejarán su día. Estos buenos profesionales es lo que más abunda en la Guardia Civil y a ellos debería dedicarse un día como éste. A todos los compañeros de la Guardia Civil: “Enhorabuena en el día de nuestra Patrona”.
