Nuevo asalto a la valla de Ceuta: los guardias civiles necesitan mayores medios de protección ante los métodos cada vez más violentos de los inmigrantes

Siete agentes han resultado heridos por el lanzamiento contra sus rostros de cal viva, bolas de heces, piedras y diversos golpes.

por Ildefonso Garcia Ruiz

Un guardia civil trata de repeler un asalto de inmigrantes a la valla de Ceuta. Foto: EFE
Un guardia civil trata de repeler un asalto de inmigrantes a la valla de Ceuta. Foto: EFE

Esta mañana se ha producido un nuevo asalto a la valla fronteriza de Ceuta con Marruecos, protagonizado esta vez por más de un centenar de inmigrantes, y que se ha saldado con el balance de siete guardias civiles heridos que han sido atendidos sobre el terreno por la Cruz Roja, siendo uno de ellos trasladado al hospital.

Al igual que sucediese en la madrugada del 26 de julio, los inmigrantes han vuelto a emplear en el asalto métodos violentos y lesivos contra los agentes, como bolas con heces, cal vida o algún tipo de ácido que han arrojado contra sus rostros, además golpes y pedradas, provocándoles lesiones de diversa consideración.

Estas prácticas cada vez más agresivas, entre las que se incluyen el empleo de objetos punzantes de fabricación propia hasta lanzallamas caseros, ponen en riesgo creciente la integridad de los guardias civiles que trabajan en el perímetro fronterizo, los cuales cuentan con un número y unos medios muy escasos para defenderse de estos ataques. Por ello, entre los trabajadores aumenta cada día la sensación de abandono institucional, rabia e impotencia.

Ante esta situación, y al igual que ya solicitara tras el asalto de finales de julio, AUGC vuelve a reclamar que se permita el uso de medios para el control de masas, como escudos que puedan repeler los productos que arrojan contra ellos, y material antidisturbios que contenga estas entradas masivas. De lo contrario, desde AUGC nos tememos que esta escalada de violencia pueda llegar a poner incluso en peligro la vida de algún agente.

Igualmente solicitamos que se solucionen los problemas que afectan a las cámaras de seguridad, el aumento del número de agentes  en la zona y la dotación de vehículos y material adecuados.

Al margen de esta reclamación, desde AUGC queremos volver mostrar todo nuestro apoyo y aliento en la labor, tan sacrificada como anónima, que realizan los guardias civiles que trabajan en territorios fronterizos. Su trabajo es observado con detenimiento, siendo conscientes de que no pueden fallar, pero por otro lado han de realizar su labor sin disponer de medios materiales adecuados y con personal insuficiente para controlar la inmigración irregular. 

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