El día 30 de abril ha cesado en su cargo como Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba el Coronel José Ignacio Criado García-Legaz, responsabilidad que ha venido desempeñando desde mediados de 2006. Sin duda esta circunstancia es motivo de alegría para una gran parte de los guardias civiles destinados en esta provincia, especialmente los que forman parte de AUGC (80% de la plantilla total), pero a esa alegría se une la indignación porque dicho mando se marcha sin que nadie le haya exigido responsabilidades por su pésima gestión durante los últimos seis años.
Tan solo unos meses después de incorporarse ya dijo en una entrevista que AUGC era “destructiva” y que sólo veía “ansias de enseñar nuestras vergüenzas”, invitando a quienes la componen a “que se pongan el uniforme que realmente más les guste” y afirmando que “no saben lo que quieren”. Pero su inquina hacia esta asociación profesional no se ha limitado a las palabras, sino que se ha traducido durante todos estos años en numerosas medidas discriminatorias contra quienes representan a la mayoría de guardias civiles de la provincia.
El Coronel Criado ostenta el dudoso honor de haber sido el primer jefe de todo el país en idear e implantar un sistema de retirada del complemento de productividad de un modo generalizado y arbitrario a una gran parte de los guardias civiles destinados en esta provincia, especialmente a quienes se han destacado por representar o pertenecer a AUGC. Pero a pesar de las reiteradas denuncias públicas y de las numerosas sentencias judiciales contrarias a dicha arbitrariedad (más de veinte hasta la fecha), la Dirección General de la Guardia Civil ha hecho oídos sordos durante seis años y le ha permitido seguir actuando de ese modo. Como ejemplo más indignante el caso del secretario de suboficiales de AUGC en Córdoba, Francisco Javier Aguayo, al que le ha sido retirado dicho complemento hasta en 17 ocasiones (por un valor total próximo a los 5.000 euros).
Durante el tiempo que dicho mando ha permanecido al frente de la jefatura provincial han sido numerosas las sanciones disciplinarias, pero en los últimos meses ese rigor disciplinario se ha centrado especialmente en los representantes de AUGC y siempre con el fin de limitar o suprimir su libertad de expresión: se ha sancionado al secretario general en Córdoba y al secretario jurídico por publicar artículos de opinión en prensa, e incluso insólitamente se ha sancionado a un representante que ya está en situación de reserva, Alfonso Carrasco, por el simple hecho de estar presente cuando los representantes de CCOO y UGT anunciaron la huelga general del 29 de marzo, a pesar de que no habló en ningún momento. Y se ha sancionado nuevamente al secretario general, Juan Luis Damas, por remitir al Director General de la Guardia Civil un escrito precisamente denunciando las medidas adoptadas por el referido jefe provincial.
Especialmente reiterativas son las injusticias sufridas por la secretaria de la mujer de AUGC en Córdoba, Almudena Zafra, a la cual el Coronel Criado le denegó un permiso que posteriormente le reconoció el jefe autonómico cuando ya era tarde, también se le ha retirado en varias ocasiones el complemento de productividad, habiendo obtenido siempre sentencias anulatorias de dicha medida, y el mismo mando no le admitió una reducción de jornada para el cuidado de sus hijos en las condiciones necesarias, por lo que tuvo que acudir una vez más al TSJA, órgano judicial que recientemente le ha reconocido ese derecho y el Coronel se ha visto obligado a dictar nueva resolución estimatoria (una de las últimas que ha firmado antes de cesar en su cargo).
A pesar de todo lo expuesto y de que son numerosas las quejas, denuncias, recursos y partes disciplinarios emitidos, hasta ahora ningún estamento superior ha adoptado medida alguna al respecto, hasta el punto de que este mando parece intocable. Un claro ejemplo es que la Agencia Española de Protección de Datos dictaminó que la jefatura provincial de la Guardia Civil en Córdoba había cometido una infracción muy grave al publicar datos médicos del secretario jurídico de AUGC, a pesar de lo cual ni desde la Dirección General ni desde el Ministerio del Interior se adoptó ninguna medida disciplinaria ni de otro tipo.
Otra práctica habitual de este Oficial es la de impedir que las solicitudes, quejas y recursos lleguen a los órganos destinatarios, al parecer con la pretensión de que “no se enseñen nuestras vergüenzas”, como ya vaticinaba al principio de su mandato, y ello a pesar de que incluso el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Córdoba ha puesto de manifiesto ese incorrecto proceder por parte del Coronel Criado.
En definitiva, este mando se ha preocupado más de organizar vistosos desfiles militares y de “tapar las vergüenzas” que de mejorar las condiciones laborales de los guardias civiles. Sólo cabe esperar que quien le va a sustituir al frente de la Comandancia de Córdoba sea una persona más dialogante y razonable. El máximo representante de la Guardia Civil en la provincia no puede ignorar y avasallar a quienes representan al 80% de la plantilla de dicha institución, por cierto, altísimo nivel de afiliación que precisamente debe agradecerse a la gestión de dicho Coronel.
No en vano es el único jefe provincial contra cuya gestión personal se han llevado a cabo dos concentraciones frente a la Comandancia, una el día 24 de marzo de 2008 y otra el 28 de noviembre de 2012.
Por todo ello, AUGC no puede sino valorar muy negativamente el mandato del Coronel Criado al frente de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, deseando que en su próximo destino cambie radicalmente de actitud, en beneficio de quienes deban trabajar con él.
