Esta mañana en el Acuartelamiento “el Parque de León” tomará posesión como nuevo jefe del sector de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León, el Teniente Coronel Francisco Javier Molano Martín. Una toma de posesión que estará presidida por el General Dichas, jefe de la Agrupación y en la que deberán participar otra vez agentes que en lugar de estar desarrollando su trabajo de seguridad vial tendrán que agasajar al general y al teniente coronel.
AUGC tiene que criticar una vez más este nuevo despilfarro económico, porque cuando unos ciudadanos y trabajadores tenemos que soportar estoicamente recortes salariales, recortes sociales y recortes de derechos, no se puede admitir que se dilapide un sólo céntimo de las arcas públicas para fastos inútiles cuyo único fin es halagar los egos de unos mandos.
AUGC considera que el derroche programado para esta mañana resulta aún más sangrante para los guardas civiles ya que se trata de la Agrupación de Tráfico, cuyos trabajadores llevan ya más de dos años soportando presiones e imposiciones de sus mandos para poner un mínimo de multas al mes si no quieren perder de su salario los 200 € de productividad.
La perversa aplicación del RAI (Resumen de Actividades Individuales) y el RAU (Resumen de Actividades de la Unidad), que prima por encima de cualquier cosa las multas que pone cada agente, supone priorizar la labor sancionadora de los guardias civiles ante la labor preventiva por la que eran valorados, algo que nuestra Organización ha denunciado en el Consejo de la Guardia Civil y ante la opinión pública y los Tribunales. Por cierto, estos últimos nos han dado la razón condenando incluso a la Administración a pagar las costas del proceso por reiteración.
Para AUGC con el dinero “invertido” esta mañana en festejar la llegada del nuevo jefe del sector de Tráfico de Castilla y León se podría haber abonado la productividad sustraída a los agentes que no han llegado al cupo de las 50 multas mensuales. AUGC se pregunta también la puntuación que recibirán los compañeros que hoy se vean obligados a participar en el “espectáculo” ya que, al menos, habrán perdido dos días de “caza” al conductor. Porque el RAI y el RAU están convirtiendo a los guardias civiles en cajas registradoras de Hacienda.
