AUGC ha denunciado de manera reiterada las condiciones en las que deben realizar su trabajo los agentes encargados de las conducciones de presos, por la precariedad de la seguridad en las que se ven obligados a hacerlas por falta de medios técnicos y humanos. Una precariedad a la que se suma la falta de información a los agentes sobre los presos a los que trasladan. Cuando el traslado es a un hospital los agentes no son informados de las enfermedades que tienen los penados por lo que no pueden adoptar las medidas profilácticas adecuadas al traslado. Así, recientemente, se ha dado el caso de un interno que requirió atención médica y al llegar al centro médico el personal que trató con él lo hizo debidamente protegido (incluso con mascarillas) mientras los agentes habían realizado el traslado sin tomar prevenciones porque el servicio médico de la prisión ignoró a los guardias civiles y no les informó que el preso padecía una enfermedad infecciosa.
Desde AUGC consideramos que esta indolencia con la que la dirección de este centro penitenciario trata la Prevención de Riesgos Laborales de los agentes que prestan allí servicio es inadmisible, no sólo por poner en riesgo la salud de estos trabajadores, sino porque también afecta a sus familias, que quedan expuestas a un contagio.
Para AUGC buscar una solución a este grave problema no debería ser difícil, ya que tanto Guardia Civil, como Instituciones Penitenciarias dependen de la misma Secretaría de Estado, por lo que no sería complicado elaborar un protocolo de actuación, que no suponga un menos cabo a la confidencialidad médico paciente, pero que salvaguardaría la salud y la integridad física de los guardias civiles encargados de los traslados de presos. En caso contrario, si mantienen su política de seguir ocultando a los guardias civiles las condiciones sanitarias de los internos que deben trasladar, estos se verán obligados a tener que usar siempre medidas profilácticas(guantes de látex, mascarillas, etc), lo que supondrá, bajo nuestro punto de vista, una vulneración de los derechos de los presos ya que allá donde tuvieran que ir quedarían expuestos ante los ciudadanos creando, incluso, alarma social, e incumpliendo, también, el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de Naciones Unidas, que, recordamos al máximo responsable de la Comandancia, nuestro país tiene suscrito.
AUGC espera de la dirección del centro penitenciario que no mire para otro lado, como vienen haciendo desde la Comandancia y la Dirección General ignorando las reiteradas quejas realizadas por los agentes, y busque una solución al problema creado por la falta de transparencia poniendo soluciones que minimicen este riesgo para la salud de los agentes.
