AUGC denuncia la situación crítica que se vive en la Unidad de Seguridad de la Dirección General

AUGC denuncia la situación crítica que se vive en la Unidad de Seguridad de la Dirección General

por Ildefonso Garcia Ruiz

Sede de la Dirección General de la Guardia Civil
Sede de la Dirección General de la Guardia Civil

El pasado 22 de mayo, AUGC Madrid mantuvo una reunión con la Jefatura de la UPROSE para tratar varias problemáticas de las unidades bajo su dependencia. Como siempre, hay que agradecer a la Jefatura su predisposición, pero creemos que si esta ahondará más comprobaría que es necesario abordar lo que ponemos encima de la mesa. Sabemos que las asociaciones profesionales tenemos vetado tratar los temas más importantes para los guardias civiles, como cualquier asunto referente al servicio u organización, pero consideramos que el problema radica en la calidad de vida de las unidades, donde sí tenemos margen de movimiento.

Con una mejor optimización de la gestión de los recursos en personal de las unidades, se podría solucionar mucho en poco tiempo.  Sin embargo, nos damos de bruces contra un muro, pues nos da la sensación de que en muchas ocasiones la problemática que ponemos encima de la mesa cae en saco roto o no es creída. Desde AUGC consideramos que no se pueden utilizar los beneficios laborales como moneda de cambio, el según te portes en tu unidad te doy más o menos ventajas o un puesto de trabajo más o menos cómodo.

Esto lo que genera son diferencias y recelos entre los propios componentes de una misma unidad, quienes se enfrentan unos a otros cuando ellos no son los culpables, ya que estas decisiones dependen del que ejerce el mando de unidad, pues los guardias civiles nos debemos a las órdenes recibidas. 

Todo esto lleva a que en unidades como la unidad de seguridad de la DGGC (que aunque orgánicamente dependen de la UPROSE, funcionalmente lo son de la Jefatura de Asuntos Generales de la DGGC), la desmotivación y desmoralización del personal vaya en aumento y el absentismo laboral siga creciendo. Si además le sumamos otro de los grandes problemas de la Guardia Civil como es el personal en comisión de servicio, que en esta unidad es muy elevado por el número de agentes COMISIONADOS a otras unidades o incluso para participar en desfiles militares, (como va a ser el caso en el día de las Fuerzas Armadas), pues blanco y en botella.

Esto hace que la carga de trabajo durante la prestación del servicio para "algunos guardias civiles" de esta unidad se haga insufrible, pues, en ocasiones, por la poca falta de personal tienen que trabajar durante más de tres horas seguidas en puntos de seguridad sin descanso alguno o realizar piquetes para la subida de bandera, todo ello vestidos de uniforme de diario, tricornio y traje recto, para una vez subida cambiarse el uniforme por el "bicolor" para seguir prestando seguridad en las esquinas de la DGGC.  Desde AUGC Madrid consideramos importantísima la función que realizan todos los agentes de esta unidad en cada puesto de trabajo que se les asigna, pero no todos tienen  la misma penosidad, y ahí es donde creemos que radica el problema. No es lo mismo estar en servicio de monitores que estar en control de accesos con tricornio y traje recto, o a pie de calle de esquina en esquina dando seguridad a la DGGC, haga calor o frío extremo.

Además, estos últimos serían los primeros en reaccionar en caso de atentado terrorista u otro delito que se pudiera cometer, por lo que, a nuestro juicio, se deberían revisar más exhaustivamente sus condiciones a la hora de prestar  servicio, pero, incrédulamente, vemos que es totalmente lo contrario. Si a esto le sumamos la presión que ejerce el mando sobre el servicio por el celo en las vigilancias, que lo que hace es que se esté más atento a esta situación que a labor primordial que es la seguridad de la DGGC, vemos que algo no funciona. Lo que pedimos es que se busquen los motivos de esos problemas para darles solución, tan sencillo como esto.

Y para ello es primordial que se escuche a los afectados, y eso es una función del mando:  "Se hará querer y respetar por sus subordinados [...]";  "Reafirmará su liderazgo procurando conseguir el apoyo y cooperación de sus subordinados por el prestigio adquirido con su ejemplo, preparación y capacidad de decisión";  "Será su preocupación constante velar por la protección y seguridad del personal a sus órdenes."; "Con la finalidad de asegurar la unidad de acción y la máxima eficacia operativa, mantendrá permanente contacto con los mandos que le estén subordinados y estudiará con atención las propuestas que estos le presenten.";  

"Para adoptar sus decisiones aplicará la normativa vigente y actuará con creatividad y capacidad de juicio sin coartar la intuición y la imaginación." Parece que todo esto se deja en un cajón cuando sería parte importante para la solución de problemas. Lo que hay que dilucidar es de dónde viene el problema y por qué, sin poner el sambenito ni a mandos ni subordinados. Solo hay que ver y escuchar, pero parece que eso no vale para la Guardia Civil. Hay que analizar esas diferencias y a partir de ahí la desmotivación y desmoralización de unos agentes que hacen una labor encomiable por la peculiaridad de un edificio como es la DGGC.

A estos agentes no les asusta trabajar, pero sí las condiciones en las que prestan sus servicios diarios, y se sienten desprotegidos por quien debería protegerlos.  Desde AUGC Madrid creemos que esto afecta a la seguridad e integridad física de los agentes y que se puede estar incumpliendo la normativa sobre el plan de RRLL de la GC, amén de la gestión en recursos humanos. Tenemos claro que, aun estando en nivel de alerta 4 por terrorismo yihadista y que los agentes tengan que portar medios de autoprotección individual y armas largas, cosa muy lógica, estos agentes no son "robocop" y tienen límites. Límites que pueden afectar a sus condiciones físicas y psíquicas durante la prestación de su servicio, como ya ha ocurrido en más de una ocasión, y por ende se vería mermada la seguridad del edificio, que es la labor fundamental que tienen encomendada. Desde AUGC Madrid confiamos y esperamos una solución a esta problemática, que no viene de ahora y que no hemos sido los únicos en denunciar. Como dice el refranero español, "cuando el río suena, agua lleva".

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