El mando del GEAS de Melilla pide material antidisturbios y armas largas para disparar a los motores de las pateras si no se detienen

El mando del GEAS de Melilla pide material antidisturbios y armas largas para disparar a los motores de las pateras si no se detienen

por Ildefonso Garcia Ruiz

Dos miembros del GEAS de la Guardia Civil
Dos miembros del GEAS de la Guardia Civil

La delegación en Melilla de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha tenido conocimiento a través de unos escritos recibidos anónimamente de unos hechos muy graves que de ser ciertos podrían incluso rozar la ilegalidad y que se vienen sucediendo desde hace ya dos años.

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) es el encargado, entre otras cosas, de la interceptación de las pateras que intentan acceder a Melilla, así como de rescatar a aquellos que vienen a nado. Al parecer, desde la llegada hace dos años del mando que actualmente la dirige, un suboficial, se viene ejerciendo una presión constante sobre los agentes que componen esta unidad en Melilla.

Dichos hechos fueron puestos en conocimiento de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla en el mes de agosto del año pasado sin que el problema se haya solucionado. Más bien todo lo contrario, ya que el problema se ha agravado hasta límites insospechados y que rozan lo surrealista.

Nuevamente por parte de AUGC se volvió a entregar hace unos días  otro escrito especificando los hechos que nos han trasladado a través de escritos anónimos y que esperamos se investiguen de una vez.

Tal es la presión a la que se viene sometiendo al personal allí destinado que algunos han optado incluso por pedir destino a otras unidades de la ciudad donde no van a desarrollar la especialidad para la cual han sido formados, y otros para seguir en la especialidad han optado por pedir destino en otras unidades del Geas fuera de Melilla. El descontento es casi generalizado y por parte de la Comandancia se mira hacia otro lado para eludir el problema.

En los escritos que nos han hecho llegar se denuncian todo tipo de irregularidades:

Una de las que llama más la atención es la de la petición por parte de este suboficial de material antidisturbios como pelotas de gomas, botes de humo, armas largas, armas de gran calibre, etcétera, para llevarlas en la embarcación. Algo que roza lo ilógico después del trágico incidente que ocurrió en Ceuta. Y no sólo eso, sino que estamos hablando de un grupo de rescate y no de un grupo de reacción antidisturbios. Lo más curioso es que la Comandancia le ha facilitado ese material, máxime cuando la Dirección General ha impartido instrucciones para no hacer uso de ese material en medio acuático.

Según nos han trasladado parece ser que ha llegado a insinuar que dará órdenes verbales de disparar a los motores de las embarcaciones de inmigrantes si estos no detienen su marcha cuando tengan en su poder el arma larga solicitada al órgano competente. Una auténtica barbaridad ante la que la Comandancia debería actuar inmediatamente, cesando en su cargo a este mando antes de que alguien resulte herido y luego nos tengamos que lamentar.

Utiliza las cámaras de vigilancia destinadas al control de las embarcaciones y las instalaciones para controlar a los efectivos que se encuentran de servicio, algo que está prohibido pues esas cámaras no están para tal fin.

Irrumpe en las dependencias del Geas a altas horas de la madrugada aporreando la puerta y gritando, causando situaciones de estrés y ansiedad entre los compañeros. El GEAS puede ser activado a cualquier hora del día y para ello deben de estar en plenas condiciones físicas y mentales, pues se someten a situaciones límite y de rescate donde deben emplear los cinco sentidos. En cambio, este suboficial les hace realizar constantes salidas durante la noche sin amenaza alguna, por lo que en caso de intervención cuando sean llamados no estarán en plenas facultades, poniendo en peligro tanto sus vidas como la de las personas a las que vayan auxiliar.

Durante las pasadas elecciones se saltó todos los protocolos al obligar a dos efectivos que estuvieron de servicio de noche navegando gran parte de ella a una inmersión al finalizar el servicio. Algo tremendamente peligroso pues se aconsejan mínimo ocho horas de descanso antes de realizar una inmersión. Según parece no le importó lo más mínimo poner en peligro la vida de esos dos buceadores.

En un año ocho efectivos han abandonado la unidad, cosa que extraña bastante pues el Geas es una especialidad de las más solicitadas a nivel nacional y de las de acceso  más difícil.

Amenaza a los agentes con enviarlos a una reválida para que pierdan la condición de buceadores y así perder la especialidad, o con bajarles la nota del informe de calificación profesional para que no puedan optar a vacantes de concurso de méritos.

El cuadrante de servicio lo realiza de forma arbitraria, favoreciendo a quien le parece y sin ajustarse a la equidad en el servicio  como legalmente está establecido.

Al parecer con su comportamiento altivo, no sólo hacia los componentes de la unidad, se han producido continuos incidentes con la Autoridad Portuaria, Salvamento Marítimo, Capitanía Marítima, y el Club Marítimo donde se han perdido las buenas relaciones que esta unidad tenía con esas instituciones.

AUGC tiene conocimiento que casi toda la plantilla han presentado unos cuestionarios anónimos en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla denunciando todos estos hechos y la presión constante a la que se ven sometidos en su trabajo. Lo más curioso del caso es que este suboficial es directivo de una asociación que dice defender los derechos de los guardias civiles. No vamos siquiera a nombrarla pues no se merecen ni eso, lo único que espera AUGC es que de una vez por todas se solucione esta situación pues ya no se puede prolongar más en el tiempo.

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