Una campaña de AUGC consigue que por fin se dote de equipo femenino a la única agente de montaña de la Guardia Civil

Una campaña de AUGC consigue que por fin se dote de equipo femenino a la única agente de montaña de la Guardia Civil

por Ildefonso Garcia Ruiz

Un helicoptero del GREIM en plena operación de rescate.
Un helicoptero del GREIM en plena operación de rescate.

AUGC lleva años denunciando reiteradamente la discriminación de la mujer en la Guardia Civil. Esta circunstancia no solo se manifiesta en que apenas constituyan menos de un 7% de la plantilla, sino que carecen en muchos casos de instalaciones y material adaptado a ellas.

Es el caso de los chalecos antibalas, circunstancia que ha provocado situaciones muy difíciles a las propias agentes, que han llegado a ser expedientadas por optar por sus propios chalecos adquiridos de forma particular.

Un ejemplo de esta discriminación es que a Guardia Civil ha tardado casi ocho años en dotar con equipos adaptados a su fisionomía a la única agente femenina de sus unidades de montaña. Y lo ha hecho solo después de que, durante un mes, AUGC haya impulsado una campaña de denuncia y recogida de apoyos.

Hace unos días, la agente, destinada en el equipo de Benasque (Huesca), recibió un traje de neopreno, botas de esquí de montaña, arnés de pecho y de cintura, guantes y una prenda de abrigo para el torso, una equipación que, aunque sigue estando incompleta, resulta clave para operar de manera segura en los grupos de Montaña de la Guardia Civil de Huesca, unidad que realiza prácticamente la mitad del millar de rescates que el instituto armado realiza en todo el país al cabo del año. Un centenar de esas intervenciones se producen en invierno.

Para minimizar los riesgos que conlleva trabajar en esta unidad, que tiene 250 miembros en todo el Estado, resultan claves dos aspectos: el grado de preparación personal, y el equipamiento y material con que realizan sus servicios. Sobre la segunda, la Jefatura de Montaña no ha tenido en cuenta la incorporación de la mujer en el cuerpo, puesto que el equipamiento y material que actualmente es utilizado es único y exclusivo para el sexo masculino.

 

Las diferencias en la horma hacen que una bota de montaña masculina pueda resultar incompatible con un pie de mujer.

Un informe de AUGC revela cómo la menor anchura de la horma y del talón, junto con la mayor altura del arco planchar, hacen que, normalmente, el pie de una mujer baile en una bota de hombre de su mismo número; cómo la mayor anchura de la cadera y del contorno de la pierna, junto con una menor distancia entre los hombros y un brazo de menor grosor, hacen que una mujer se vea obligada a elegir cuál de las dos partes de un traje de neopreno masculino le ajusta, lo que hace que entre agua por la otra; cómo las diferencias en la espalda condicionan el diseño de las mochilas de unas y otros, y, también, cómo las diferencias en la pelvis hace que el diseño de los arneses de cintura varíen en función del sexo del usuario.

La unidad más masculinizada

Mariona Aubert, la única componente femenina actual de las unidades de Montaña, ha sido en realidad la segunda mujer que entró en ellos. Le precedió Silvia Gil, designada jefe del destacamento de Cangas Onis (Asturias) en 2006, aunque cambió de destino solo unos meses después al ascender a capitán.

La pasividad de la Guardia Civil en dotar de un equipación adecuada a Aubert es uno más de los episodios de escasa implicación en materia de igualdad registrados en Aragón, cuya comandancia de Zaragoza habilitó hace unos meses un servicio de peluquería solo para hombres  y donde el trato a una agente de Huesca en plena lactancia de su bebé  ha acabado en el Constitucional.

AUGC considera el suministro de la equipación a la agente como “un nuevo hito en la normalización de la difícil situación de la mujer en la Guardia Civil”, aunque “somos conscientes de que aún falta mucho trabajo para conseguir una inclusión real y efectiva”, añaden.

En este sentido, reclaman que “se tenga en cuenta la fisonomía de la mujer” cuando el instituto armado realice estudios para la adjudicación de armas, vehículos como las motos y equipos de protección como los chalecos antibala.

Puedes leer el artículo completo en el diario Público

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