La falta de guardias civiles afecta a la seguridad del Centro Penitenciario y a la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba

Los agentes han pedido la intervención del jefe provincial, y AUGC se lo ha comunicado a la directora de la prisión

Un furgón para el traslado de presos frente a un centro penitenciario.
Un furgón para el traslado de presos frente a un centro penitenciario.

El Núcleo de Servicios, unidad encargada de la seguridad del acuartelamiento de Córdoba, sede de la jefatura provincial de la Guardia Civil, padece un endémico déficit de plantilla por el que frecuentemente necesita ser reforzado para poder desempeñar sus cometidos de custodia de detenidos, de lo cual se encarga habitualmente la Sección de Seguridad del Centro Penitenciario, pero también algunos puestos de Seguridad Ciudadana.

Esa situación se prolonga desde hace años, pero se ha ido agravando progresivamente, hasta el punto de que durante el último año ha realizado más custodias la unidad de la prisión que la de la comandancia. Y eso ha dado lugar a que los guardias civiles destinados en el centro penitenciario, asesorados por los servicios jurídicos de AUGC, hayan tramitado esta misma semana decenas de instancias pidiendo al jefe provincial, coronel Ramón María Clemente, que se ponga remedio a ese problema.

En esas solicitudes se pone de manifiesto que “el dispositivo de seguridad y vigilancia perimetral del centro penitenciario está quedando en muchas ocasiones reducido a la mínima expresión, con un número de efectivos claramente insuficiente para cubrir los cometidos mínimos de esta unidad en las condiciones adecuadas”. Y la Comisión de los Servicios de Protección y Seguridad de AUGC le ha trasladado dicha circunstancia a la directora de la prisión cordobesa, Yolanda González, sin que se haya pronunciado hasta el momento.

En sus instancias los agentes del centro penitenciario también hacen constar que, al tener que encargarse un solo efectivo de esas custodias en muchas ocasiones, “se pueden generar situaciones de riesgo, especialmente para las propias personas detenidas, al no poder reaccionar con la necesaria celeridad en caso de autolesión o incidencia médica”, añadiendo que “puede ser el propio agente el que sufra alguna dolencia (infarto u otras similares) y al encontrarse solo, cuando se detecte varias horas después sea demasiado tarde, por no hablar de que durante ese tiempo los detenidos quedarían totalmente desatendidos y no tendrían forma alguna de comunicarse con el exterior”.

Proponen distintas medidas, como la modificación de los protocolos de seguridad, la recuperación del personal agregado a otras unidades, y una organización más eficiente. Pero además, AUGC lleva mucho tiempo denunciando que esa unidad padece el mismo déficit de personal que afecta a la Guardia Civil en toda la provincia, de hecho está entre los siete Núcleos de Servicios que menos efectivos tienen de todo el país, a pesar de lo cual no se publicó ninguna vacante para esa unidad en la última convocatoria.

Por último, en los escritos tramitados se recuerda que se encuentra activo el nivel 4 de alerta antiterrorista, y se alude al posible incumplimiento de distintas normas internas de la Guardia Civil relativas a riesgos laborales y protocolos de seguridad.

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