"No hay barreras para las mujeres ni en la Guardia Civil ni en el resto de ámbitos de la sociedad", decía María Gámez el mes de marzo. Pero lo cierto es que en la plantilla total del Instituto Armado hay una gran desigualdad numérica entre géneros. Mientras que los hombres en activo conforman el 91,4 % de la plantilla total, la presencia de las mujeres representa un 8,5 %. Estos datos, relativos al cuarto trimestre de 2021, son los que se desprenden del último informe que ha compartido la Dirección General de la Guardia Civil. Además, el documento de la Institución descubre que no hay una sola especialidad en la que haya más trabajadoras que trabajadores. De todos sus componentes, ellas son un 6,69 %. Ni tan siquiera hay presencia femenina en la Unidad de Reconocimiento de Subsuelo ni en la de Adiestramientos Especiales. La Dirección General de la Guardia Civil excluye de su estadística a Criminalística y a las modalidades de las especialidades.
La Directora General recordó el pasado mes de marzo que las mujeres están presentes en “prácticamente todas las Unidades” de la Guardia Civil. Está en lo cierto, pero de esta forma. En 12 especialidades ni tan siquiera representan a un cinco por ciento del total de efectivos. En las siete restantes el promedio es del 11 %, siendo Información, Policía Judicial y Fiscal y Fronteras las más nutridas en proporción a los hombres. Las especialidades que sufren de una mayor desigualdad proporcional son Desactivación de explosivos, Montaña y Reserva y Seguridad, sin tener en cuenta la total ausencia femenina que hay en Adiestramientos Especiales y en Reconocimiento de Subsuelo.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles siempre hemos pedido una igualdad real entre hombres y mujeres. Las palabras de María Gámez no son más que marketing si analizamos la presencia real que tiene la mujer en las especialidades del Cuerpo.
La Dirección General tiene que actuar. Este problema debe tratarse de forma transversal, abarcando toda la normativa de la Guardia Civil. Es necesario aumentar la presencia de la mujer e integrarlas sin discriminaciones, facilitando la conciliación no sólo para ellas, también para los hombres. Gámez no tendría que seguir normalizando esta situación que exponemos. Hacen falta hechos. Queremos a una Guardia Civil que realmente sea de mujeres y de hombres.
