La Inspección de Trabajo de La Coruña da tres meses a la Guardia Civil para instalar un sistema de climatización en el cuartel de Ferrol

En septiembre de 2018, los servicios de prevención de riesgos laborales del Instituto Armado acreditaron en sus mediciones que las temperaturas en el interior de las dependencias eran superiores a las legalmente establecidas en el Real Decreto 486/1997

Es lamentable que tenga que ser un órgano ajeno a la Guardia Civil el que se preocupe por la salud de los agentes. Desde septiembre de 2018, la Dirección General tenía conocimiento de la situación, pero priorizó el presupuesto para desfiles.
Es lamentable que tenga que ser un órgano ajeno a la Guardia Civil el que se preocupe por la salud de los agentes. Desde septiembre de 2018, la Dirección General tenía conocimiento de la situación, pero priorizó el presupuesto para desfiles.

La Guardia Civil tendrá tres meses para instalar un sistema de climatización en el cuartel de Ferrol. Este requerimiento se produce cuatro años después de que servicios de prevención de riesgos laborales del Instituto Armado comprobaran en sus mediciones que en el interior de las dependencias había un “ambiente térmico inadecuado” con el consiguiente “estrés térmico” asociado. Las temperaturas eran superiores al máximo legal contemplado en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

A pesar de la situación, la Guardia Civil hizo caso omiso a sus obligaciones de velar por la salud de sus trabajadores y, bajo el pretexto de falta de presupuesto, no eliminó el riesgo. Fue necesaria una denuncia de la Delegación de Coruña de la Asociación Unificada de Guardias Civiles para que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de La Coruña acudiera al lugar. El organismo ajeno al Cuerpo, tras visitar las instalaciones este mes, ha pedido que se realice otra medición una vez finalicen las obras en el cuartel y subsanen las deficiencias en tres meses, desde la fecha de recepción del escrito.

Consideramos que es lamentable que tenga que ser un órgano ajeno a la Guardia Civil el que se preocupe por la salud de los agentes. Desde septiembre de 2018, la Dirección General de la Guardia Civil tenía conocimiento de la situación, se le recordó posteriormente, pero nunca consideró su resolución. Se destinó presupuesto a desfiles, fiestas o incluso a la compra de un gorro a la vez emplazaba las necesidades de los compañeros de Ferrol.  

La salud de los Guardias Civiles está en riesgo y esperamos que la Dirección no agote el plazo de tres meses que ha dado la Inspección Provincial de Trabajo. No podemos olvidar que estamos ya en verano y que la salud de los trabajadores debe estar garantizada. Esta deficiencia se viene arrastrando desde hace cuatro años y hemos trasladado un escrito a la Comandancia de La Coruña para solicitar que se agilicen las obras del cuartel de Ferrol. Como no podría ser de otro modo, agradecemos la preocupación y el trabajo realizado por la Inspección para subsanar esta injusticia que sufren los trabajadores de la Guardia Civil.

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