Intervenciones de Armas y Explosivos, las grandes olvidadas

Es una especialidad que no cobra como tal especialidad y que se ve imposibilitada para hacer su trabajo de manera eficiente, tiene además que soportar las iras, que no quejas, del ciudadano.

por Redacción AUGC

Una agente de Intervención de Armas.
Una agente de Intervención de Armas.

Hartazgo, esa es la palabra más habitual en las Intervenciones de Armas en la actualidad:

Hartazgo de ver cómo cambia el sistema de trabajo cada vez que un oficial se aburre, y ver cómo somos el punching-ball del ciudadano, ante la incapacidad de la Jefatura de Armas y Explosivos y Seguridad (JAES).

Se podría hablar de muchas deficiencias que ocurren, pero habría que destacar las siguientes:

- Vacantes sin cubrir y sin publicar, dándose situaciones de comisiones de servicio de larga duración en algunas Unidades, y muchos compañeros que están dejando las Intervenciones, hartos de no ver soluciones y de no poder cambiar de destino.

- Grave falta de medios materiales: falta de escáner en muchas dependencias, imposibilitando la realización de determinados trámites administrativos, falta de cámaras para realizar las necesarias fotografías de las armas, falta de zonas frías, a pesar de que la SES así lo ha pedido...

Y si fuera poco el cambio que supone un nuevo reglamento de armas, hay que actualizar todas las armas con metadatos que no sirven para nada, pero que alargan el trabajo, no pudiendo en los 15 minutos que se dan de cita a un ciudadano, poder atenderlo debidamente… Esto no sería problema si el aplicativo de armas SGAE, fuera a una velocidad normal, lo que no ocurre, tardando en un solo trámite, a veces más de media hora, acumulándose el trabajo y los ciudadanos a los que atender, a los que no sirve de nada esa petición de cita, especialmente desde que se ha cambiado el contrato de empresa de telecomunicaciones, habiéndose reducido considerablemente la velocidad de la red.

Y para rematar la faena, desde hace meses, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre no expide los certificados con la licencia de armas a Correos, con el consiguiente perjuicio para el ciudadano, que tiene que estar llamando a la Intervención de Armas o personarse, después de tener todo terminado para la prórroga de dicho permiso, no pudiendo algunos de ellos participar en actividades cinegéticas o deportivas por dicho retraso, no achacable a las Intervenciones de Armas que sí han hecho su trabajo. Y es aquí donde los trabajadores de las Intervenciones de Armas se ven desbordados nuevamente, porque si al principio era el cambio de Reglamento la excusa dada al ciudadano por la tardanza, ahora, tiempo después de su entrada en vigor, no hay justificación posible y además, desde la JAES no se dan explicaciones al respecto del motivo que ocasiona estas incidencias.

Y así, una especialidad que no cobra como tal especialidad y que se ve imposibilitada para hacer su trabajo de manera eficiente, tiene además que soportar las iras, que no quejas, del ciudadano, que solo se queja en su intervención, y en raras ocasiones utiliza los Formularios de Quejas que tienen a su disposición, hechos los cuales vamos a poner en conocimiento del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Guardia Civil, ante los posibles riesgos de violencia externa de dichos puestos de trabajo.

Una Especialidad que está en todos los lugares de España, y que podía ser un ejemplo para toda Europa, parece que se va dejando morir poco a poco, ante la falta de motivación de los Agentes, cada vez más hastiados al no ver soluciones a los muchos problemas que acontecen.

 

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