“La Guardia Civil habría salido muy malparada en el caso del crimen de Lucía Garrido si no existiera AUGC”

Tomás Ocaña, director y productor de la serie ‘Lucía en la telaraña’, que aborda el crimen de Lucía Garrido en Alhaurín de la Torre (Málaga) en 2008, explica la importancia de la labor de la delegación de AUGC en esta provincia y de su secretario general, Ignacio Carrasco, para evitar el cierre en falso de un caso con graves ramificaciones de corrupción dentro del Cuerpo.

por Redacción AUGC

Cartel de la serie 'Lucía en la telaraña'
Cartel de la serie 'Lucía en la telaraña'

‘Lucía en la telaraña’ es una serie documental producida por RTVE en colaboración con El Cañonazo y The Facto, que verá la luz el próximo 25 de noviembre -Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer- a través de RTVE Play, la nueva plataforma digital de la cadena pública. A lo largo de cinco capítulos, desgrana la compleja trama existente en torno al asesinato de Lucía Garrido, cuyo cuerpo apareció el 30 de abril de 2008 flotando en la piscina de la finca Los Naranjos, donde la mujer vivía en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre tras separarse del que fuera su marido, Manuel Alonso.

La investigación de aquel crimen a través de la llamada "Operación Telaraña", que aún sigue abierta, destapó múltiples irregularidades: tráfico de animales exóticos, corrupción urbanística, narcotráfico y una red ilegal que salpicaba a varios agentes de la Guardia Civil. Según el escrito de la Fiscalía, en Los Naranjos no solo se guardaban animales, sino que la finca también había servido como almacén de droga para una organización criminal. De hecho, en abril de 2009, un año después de la muerte de Lucía, en ese mismo lugar murieron dos hombres de nacionalidad colombiana que irrumpieron en la propiedad de Alonso. Éste los disparó, según aseguró, en defensa propia. “Es una historia tan rocambolesca que si la hubiese inventado un guionista no nos la creeríamos”, cuenta Tomás Ocaña, director de esta producción que presentó su primer capítulo en el Festival de Cine Español de Málaga, el pasado junio.

Ocaña resalta la labor fundamental de AUGC y de su secretario general provincial en Málaga, Ignacio Carrasco, para impedir que el caso fuera archivado sin mayores indagaciones. “En este caso, la Guardia Civil habría salido muy malparada si no existiera Ignacio, la AUGC y Asuntos Internos”, afirma con rotundidad. El caso, con sus distintas ramificaciones, está aún pendiente de los juicios.

Tomás Ocaña hojea una revista de AUGC en el transcurso de la entrevista, en la oficina nacional de nuestra asociación.
Tomás Ocaña hojea una revista de AUGC en el transcurso de la entrevista, en la oficina nacional de nuestra asociación.

 

¿Cómo conoce la historia de Lucía y el trabajo de Ignacio Carrasco y AUGC para esclarecer su crimen?

Yo entro en contacto con Ignacio a través de Ángel Custodio (actual secretario federal de AUGC en Castilla La Mancha), al que yo conocía de algún proyecto antiguo. Coincide, además, con que yo veraneo en la Costa del Sol y así, en el verano de 2018 me acerqué a conocer a Ignacio, el cual me contó todo lo relativo al caso. De esta historia había conocido alguna cosa, pero no tenía una visión total. Cuando Ignacio me la expuso en su conjunto, al principio me quedé impactado. Yo llevo ya muchos años haciendo investigación, y sabes reconocer quién te cuenta la verdad. Fue por conexión personal por lo que creí en él, porque la historia me parecía rocambolesca, difícil de asimilar. Mi primera reacción fue pensar: ‘Esto está pasando aquí, en Málaga, y además en la Guardia Civil, que tiene fama de cuerpo muy serio, sin fisuras, que no digo que no lo sea, pero…’

Rosa, la hermana de Lucía Garrido, en una comparecencia ante los medios en compañía de Ignacio Carrasco.
Rosa, la hermana de Lucía Garrido, en una comparecencia ante los medios en compañía de Ignacio Carrasco.

Y tras hablar con Ignacio Carrasco decide hacer la serie…

Lo primero que hago es volverme con todo lo que me ha contado Ignacio, con las grabaciones de mis entrevistas con él, para contrastar las informaciones, juntar las piezas… Cuando empiezo a ver que todo lo que me ha contado Ignacio es cierto es cuando veo que aquí hay una historia impresionante que contar, ideal para una serie documental, y entonces empiezo a trabajar en ella. Sigo hablando con Ignacio, sumo al proyecto a Rafa González, que es el co-creador de la serie y empezamos a trabajar mano a mano. Él entiende mucho mejor que yo los códigos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, porque había hecho ya mucha información de Interior. Y se lo planteo a Televisión España, con la que yo ya estaba trabajando en un programa de divulgación científica. Les explico que tenemos esta serie documental y se muestran muy interesados. Sumamos también al equipo a Jorge Cabezas, autor del libro ‘Matar a Lucía’, por sugerencia de Ignacio Carrasco. En ese momento se produce un punto de inflexión, que es cuando Ignacio me llama y me dice que Rosa, la hermana de Lucía, está gravemente enferma y que está dispuesta a darnos una entrevista, y que es ahora o nunca. Así que hablo con mi equipo y la realizadora, Sofia Urwitz,  y les digo que hay que irse para allí, aunque todavía no hayamos vendido la serie y no haya dinero, pero hay que grabarlo. Así que decidimos por nuestra cuenta y riesgo ir a grabar la entrevista, y lo hacemos y se genera un contenido espectacular y un compromiso moral. Ya no había marcha atrás.

Uno de los trabajos más duros de la serie ha sido entenderlo y relacionarlo todo, ponerlo en orden… Unir todas las piezas, porque es un puzle complicadísimo, con diferentes causas judiciales, con personas que están metidas en una cosa y otra, distintas tramas… Todo esto la convierte en una historia difícil de contar para un informativo, pero espectacular para una serie documental

Sin embargo, es un caso que no ha llegado a provocar grandes titulares

No ha llegado a abrir informativos u ocupar un espacio más destacado en medios de comunicación porque es una historia tan compleja que cuando se la quieres vender a tu jefe -y lo sé porque he trabajado en informativos- es muy complicada: es que hay un crimen de una mujer, pero luego hay una trama de corrupción, pero luego hay un asunto de animales exóticos… Claro, al final tienes un minuto treinta para contarla, y es muy difícil.

Supongo que poder contar todo esto de manera inteligible habrá sido la labor más complicada…

Ha sido uno de los trabajos más duros: entenderlo y relacionarlo todo, ponerlo en orden… Unir todas las piezas, porque es un puzle complicadísimo, con diferentes causas judiciales, con personas que están metidas en una cosa y otra, distintas tramas… Todo esto la convierte en una historia difícil de contar para un informativo, pero espectacular para una serie documental. Porque en ella hay corrupción interna en un cuerpo de seguridad; narcotráfico; importación ilegal de animales; crímenes… No falta ningún ingrediente. Y en una serie documental se busca que el espectador no se aburra, que sigan pasando cosas, y en esta historia podrían seguir pasando cosas durante muchos más capítulos.

Ignacio Carrasco, durante una rueda de prensa con motivo del caso de Lucia Garrido.
Ignacio Carrasco, durante una rueda de prensa con motivo del caso de Lucia Garrido.

¿Cuál es la función de Ignacio Carrasco como impulsor y catalizador de todo el proceso del caso?

Ignacio es fundamental, es nuestro protagonista, con una historia que contar. Una de las cosas que a mí me pasaba cuando veía los productos, reportajes o equipos de investigación previos que se habían hecho sobre este asunto es que la figura de Ignacio no se explicaba en toda su dimensión. Ignacio es un tipo al que le hacen la vida imposible y decide dejarlo todo por algo que cree que es justo, y consigue el apoyo de su asociación, que se vuelca en algo en que lo único que tiene que ganar es justicia y que se haga lo correcto, y creo que es importante darle a esto mucho peso.

Por supuesto, la historia de Rosa impacta: han matado a tu hermana, y todos podemos vernos en esa situación, pero la posición de Ignacio es impresionante. Si no hubiera más ‘ignacios’ y más ‘augcs’ estaría la cosa mucho más podrida y estaríamos mucho peor. Y esa es una de las cosas que quería contar en la serie. Y luego es que Ignacio es un tipo desde el punto de vista personal muy interesante. El hecho de que haya sido guardia civil y que haya estado en el norte le da una experiencia de sabueso, le ves investigando, uniendo las piezas… Lo tiene todo ordenado, se conoce en qué página está cada cosa, dónde se publicó tal o cual recurso… Tampoco quiero dejar de mencionar a otro representante de AUGC EN Málaga, Alberto Robles, a quien también hemos entrevistado en la serie y que se implicó mucho desde el principio en este caso.

Y también era muy importante mostrar eso, porque, como muchos de los implicados son guardias civiles, para mí era muy importante que no pareciese que ésta era una historia contra la Guardia Civil, y en eso Ignacio tenía un papel fundamental, porque es la propia Guardia Civil la que limpia la Guardia Civil, con Ignacio y Asuntos Internos, fundamentalmente,  además de mucha gente alrededor, como los abogados, la familia, etcétera. Por ello, nadie puede decir que sea una historia contra la Guardia Civil, cuando es la propia Guardia Civil la que lo está limpiando.

La labor de AUGC ha permitido, primero, que hubiese un seguimiento judicial, porque en España, tal y como está configurada la justicia, esto cuesta mucho dinero. Y la asociación ha sido el mecanismo que ha encontrado Ignacio y la familia para poder contar con abogados. AUGC ha peleado y le ha dado un soporte desde el que luchar, y ha estado ahí siempre

No puede hablarse de Ignacio Carrasco sin hacerlo también de AUGC

La labor de la asociación ha permitido, primero, que hubiese un seguimiento judicial, porque en España, tal y como está configurada la justicia, esto cuesta mucho dinero. Y la asociación ha sido el mecanismo que ha encontrado Ignacio y la familia para poder contar con abogados. AUGC ha peleado y le ha dado un soporte desde el que luchar, y ha estado ahí siempre. Y eso en un cuerpo en el que es tan complicado, y para una asociación que a veces no está bien vista entre la cúpula. Y la Guardia Civil, en este caso, habría salido muy malparada si no existieran AUGC y Asuntos Internos. En caso contrario, la Guardia Civil habría pagado el todo por la parte. Porque una de las preguntas clave en todos estos casos es: ¿quién vigila al que vigila? Bueno, pues en este caso AUGC y Asuntos Internos son los que han desempeñado ese papel.

En la serie también han hablado con Asuntos Internos de la Guardia Civil…

Sí, estuvimos mucho tiempo detrás de ellos, porque además habíamos visto muchos documentos judiciales sobre el caso e Ignacio ya nos había contado la importancia de su trabajo, y por eso nos parecía fundamental que ellos saliesen y hablasen en la serie, porque ellos habían puesto mucha carne en el asador y mucha implicación. Tuvimos que establecer una red de confianza durante meses hasta poder concertar esta entrevista. Estamos muy orgullosos de eso y ha sido muy importante porque demuestra que hay cosas que funcionan, y que desde dentro de la institución se pelea contra las manzanas podridas del Cuerpo. Era muy fácil desprestigiar a Ignacio, pero cuando a su causa se unen Asuntos Internos, los abogados, la hermana de Lucía… La cosa cambia.

¿Con qué otros testimonios le habría gustado contar?

Ha habido varios. Destacaría especialmente a tres. Por un lado, la hija de Lucía y Manolo, que no ha querido participar, lo cual respeto absolutamente, pese a que me hubiera mucho entrevistarla, porque creo que tiene mucho que contar. Y, por otro lado, hay un exagente y un agente. El exagente es Amador Pérez Luque, con quien estuvimos en conversaciones pero que finalmente declinó participar; y el agente es el teniente Alonso Gómez Ocón, con quien también hemos contactado, que ahora está destinado en Marbella y creemos que tendría mucho que decir, porque él ha salido absolutamente limpio de todos los casos y además sigue en activo, pero finalmente decidió no participar. Y el propio Manuel Alonso, claro, con el que también estuvimos hablando. Su abogado, en algún momento, nos dijo que podría estar dispuesto a participar, pero finalmente no le interesó.

Un fotograma de la serie.
Fotograma de la serie.

¿Por qué elige Televisión Española como productora y plataforma de emisión?

Mucha gente nos decía que esto tenía que ir para Netflix, y yo les contestaba que estaban muy equivocados, que era todo lo contrario, que tenía que salir en Televisión Española, que así hay un respaldo institucional a un caso que no lo había tenido nunca,  y en el que además se había comprobado que las instituciones habían fallado. Además, de este modo se podrá ver en abierto y gratis, porque ya la pagamos entre todos. Así que el hecho de que Televisión Española apueste por el producto me da esperanza en nuestro país, gracias a que en él hay gente como Ignacio o asociaciones como AUGC o instituciones como Televisión Española. Por eso, pese a que este caso nos muestra lo que no funciona en algunas instituciones, también nos hace ver que hay otras que sí funcionan.

¿Cómo fue la acogida en el Festival de Málaga el pasado junio?

En el Festival de Málaga nos fue muy bien, y ocurrió una cosa curiosa, y es que los medios locales nos miraban como agradecidos, como diciendo: por fin alguien lo hace. Y los medios locales han sido fundamentales para poder contar esta historia, para que todo esto avance. De hecho, hemos tenido muchos aliados en la prensa local, aunque no los veréis en la serie, porque todavía hay miedo. Es que esta trama ha matado a Lucía, a los dos colombianos, hay un testigo protegido, otro desaparecido… Nosotros hemos tenido reuniones en aparcamientos, en cafeterías, con gafas de sol…. Porque esta trama continúa activa y hay miedo.

Cartel de la presentación de la serie en el Festival de Málaga, el pasado junio.
Cartel de la presentación de la serie en el Festival de Málaga

¿Hay recreaciones de actores en la serie?

No las hay, porque es una serie documental en el que hemos querido ser muy fieles a la realidad, porque el caso ya era lo suficientemente complicado. Si esto se lo hubiese inventado un guionista no se lo habría creído nadie, y si encima hubieras metido recreación no se lo habría creído nadie. Así que hemos querido ser muy, muy fieles a la realidad, y por eso no hay ninguna recreación. Todos son imágenes reales, grabadas por nosotros o provenientes de archivos judiciales u otros documentos. Y los que hablan son los protagonistas, y no hace falta más, porque la historia es tan buena y potente. Es un producto muy periodístico, dentro de que está hecho dentro de los códigos cinematográficos y documentales que se están llevando hoy en día, pero enfocado como periodismo de investigación. Hemos llamado a todas las personas que participan en la serie uno por uno, invitando a todos los implicados. Unos han querido participar y otros no, pero a todos se les ha llamado.

Con la próxima celebración de los juicios, ¿se añadirá un sexto capítulo a ‘Lucía en la telaraña?

Sí, hemos pedido acceso a los juicios, y contamos con el respaldo de TVE. El problema es que este acceso con cámaras depende exclusivamente de los jueces. Este caso es tan grave que requiere luz y taquígrafos, y la mejor manera de que la Justicia demuestre que existe transparencia es dejar entrar a las cámaras. Esa es la mejor fórmula. Aquí cada uno tiene su trabajo, y el mío es encender la luz, el de los jueces es juzgar, el vuestro promoverlo… Cada uno tiene su papel. Pero sí creo que poco a poco el tiempo va poniendo las cosas en su sitio, y al final habrá justicia, quizá no toda la que sería deseable, pero habrá quien pague por esto, porque es un escándalo, y espero que la serie sirva para que la gente lo conozca. Porque el problema no es solo el crimen de Lucía Garrido, sino la corrupción generalizada en la provincia de Málaga.

Archivado en:

Para hacer comentarios debes identificarte

IDENTIFÍCATE