La Administración ya trabaja en la redacción de dos protocolos de acoso diferenciados en la Guardia Civil, uno laboral y otro sexual

Se trata de una reivindicación histórica de AUGC

por Ildefonso Garcia Ruiz

Para AUGC, el acoso laboral o sexual en el trabajo debe tratarse con protocolos diferenciados.
Para AUGC, el acoso laboral o sexual en el trabajo debe tratarse con protocolos diferenciados.

El pasado día 19 de noviembre de 2018 se celebró el 2º grupo de trabajo del Consejo de la Guardia Civil para tratar la reforma del actual Protocolo de Acoso en vigor; recordemos que el actual es un único protocolo que aborda conjuntamente, y sin diferenciar, el acoso laboral y el acoso sexual o por razón de sexo, un protocolo claramente superado que no es válido y que carece de garantías y transparencia para la víctima de acoso.

Tras un primer grupo donde se analizaron los diferentes protocolos de acoso de nuestro entorno más cercano (Administración General del Estado, Policía Nacional, Fuerzas Armadas o Poder Judicial), las asociaciones expusimos nuestro parecer sobre como deberíamos iniciar la reforma de nuestro actual protocolo de acoso.

En este segundo grupo, y con unas primeras pinceladas por parte de la DGGC, nos congratula saber que la Administración tiene la voluntad y, recogiendo la petición mayoritaria de las asociaciones, se ha iniciado la redacción de dos protocolos diferenciados, uno laboral y otro sexual, un primer paso positivo que nos permite trabajar en dos escenarios con casuística claramente diferenciadora.

Ante esta situación, y voluntad de avanzar, desde AUGC hemos manifestado los primeros puntos para seguir construyendo sendos protocolos, resaltando cuestiones tan importantes como:

La necesidad de sacar de las Unidades provinciales (Comandancia o similar) la aplicación y coordinación de los protocolos centralizándolo en la DGGC o unidad central que se decida. Todo ello con una voluntad clara de imparcialidad de cualquier proceso de éste tipo.

La fijación de plazos máximos en dos procedimientos, el primero que asegure la naturaleza, o no, del acoso, y un segundo que evalúe y actúe contra el autor y garantice la seguridad de la victima en aplicación del protocolo, además con una clara vocación de género.

Entendemos la necesidad de garantizar a la víctima la participación y transparencia en todo el procedimiento de aplicación del protocolo, con la posibilidad de aportar pruebas que garanticen y sustenten su acusación, así como las garantías jurídicas del denunciado para su defensa.

Por último entendemos que debe existir un Comité Asesor, como existe en otras Administraciones, en el que participen de forma activa tanto el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, como las asociaciones profesionales representativas.

Entendemos que, como hasta ahora, la DGGC tiene voluntad de avanzar en esta cuestión, por prioritaria con la mayor de las participaciones por parte de las asociaciones profesionales, si ese es el camino desde luego contará con la plena colaboración de AUGC para construir unos protocolos verdaderamente garantistas que acaben con cualquier práctica de acoso en el seno del Cuerpo.

El siguiente grupo de trabajo se celebrará, previsiblemente, el 29 de enero de 2019, esperando que para entonces empecemos a tener un borrador de ambos protocolos algo más avanzados.

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