La Junta Directiva Nacional encabezada por Alberto Moya ha recibido el apoyo de AUGC al ser reelegida automáticamente, ante la ausencia de candidaturas alternativas, para liderar la organización durante los próximos cuatro años.
La ratificación de la continuidad del actual equipo directivo se produjo en la Asamblea General celebrada tras el 7º Congreso Nacional, un evento histórico que reunió el pasado 26 de octubre en Madrid a más de un millar de guardias civiles, y al que asistió una notable representación institucional, a excepción del Ministro de Interior y el propio Director de la Guardia Civil, y representación política de todo el arco parlamentario, a excepción del Partido Popular.
Ante el equipo dirigido por Moya se abre ahora un periodo de cuatro años que coincide, además, con el inicio de una nueva legislatura, en el que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy deberá demostrar la capacidad de diálogo que le exige un mandato en minoría para abordar el conflicto interno que se vive en el seno de la Guardia Civil.
Un conflicto que se vería solucionado si los guardias civiles tuvieran un sistema de representación valido y eficaz, así por tanto lograr el derecho de sindicación en la Guardia Civil es uno de los principales retos a los que se enfrenta la Institución. Como ya expuso el propio Alberto Moya en su intervención en el Congreso, los guardias civiles necesitan "un sindicato responsable adecuado a nuestra naturaleza, pero que asegure un modelo de seguridad moderno y flexible. Sindicatos y disciplina son compatibles”.
En este sentido, Alberto Moya denunció en el Congreso que a lo largo de la pasada legislatura "hemos retrocedido en derechos, y un ejemplo de ello es la aplicación del Código Penal Militar". Por ello, por la herramienta que supondría contar con sindicatos en la Guardia Civil, el renovado secretario general de AUGC recordaba el pasado miércoles 26 de octubre que "los guardias civiles somos trabajadores, y los trabajadores se organizan en sindicatos".
A través del derecho de sindicación podrían sin duda abordarse de una forma mucho más eficaz cuestiones como la desigualdad salarial de los guardias civiles respecto a otros policías, lograr una jornada laboral digna con unos turnos que permitan conciliar vida laboral y familiar, abordar un reparto menos injusto de la productividad, avanzar en prevención de riesgos laborales, una reorganización de las unidades, un catálogo de puestos de trabajo o regular el anuncio de vacantes entre otras cuestiones fundamentales.
