Los desmanes del General Tocón Díez arruinan la vida de familias de guardias civiles con la complicidad de la Dirección General

Los desmanes del General Tocón Díez arruinan la vida de familias de guardias civiles con la complicidad de la Dirección General

por Ildefonso Garcia Ruiz

Imagen de la concentración celebrada en Cádiz el pasado junio contra la sanción a los guardias civiles de Ubrique y Arcos de la Frontera
Imagen de la concentración celebrada en Cádiz el pasado junio contra la sanción a los guardias civiles de Ubrique y Arcos de la Frontera

La situación impuesta en la Comandancia de Cádiz a cuatro guardias civiles y a sus familias, a los que se les está sometiendo a pena de destierro simplemente por decir la verdad como testigos en un juicio, ha supuesto la creación de la plataforma cívica NO SILENCIO, movimiento que es apoyado, entre otros agentes sociales, por la Asociación Unificada de Guardias Civiles.

El asunto es lo suficientemente grave como para que haya llegado hasta el Consejo de la Guardia Civil. En el mismo, la Dirección General está demostrando una falta de sensibilidad y de sentido de la justicia alarmantes. Así, en referencia a estos lamentables hechos, el Subdirector de Personal exponía en el Pleno del pasado día 16 de junio que se había abierto un procedimiento de acoso “especial, por dos casos de hostigamiento a un mando en el que el resultado ha sido de cuatro sanciones disciplinarias con pérdida”.

Tras valorar, y concretar de forma específica, la argumentación de la Dirección General al respecto, el pasado lunes 26 de septiembre se ha celebrado una nueva sesión del Pleno del Consejo de la Guardia Civil, donde los vocales de AUGC han podido rebatir muchas de las cuestiones que allí se dijeron al respecto de este caso, cuya versión oficial tiende a la manipulación.

Concretamente, y en lo que se refiere a lo acontecido con los cuatro compañeros de Cádiz y sus familias, dos de ellos ya destinados en Cataluña, AUGC expresó que desde luego la situación en Cádiz es lo suficientemente grave y complicada como para despacharla con dos líneas en un acta del Consejo.

AUGC recordó que en varias ocasiones, y a lo largo del tiempo, había trasladado a la Dirección General la problemática situación de Cádiz, en el entendido de que los problemas son más fáciles de solucionar en su origen que cuando afectan -como ahora- a mucha gente, porque desde luego la situación no está ni mucho menos solucionada con estos destierros.

En AUGC tenemos claro que una de las causas originarias y principales de esta cuestión ha sido la mala gestión de personal del anterior jefe de la Comandancia, el General Tocón Díez, que ejerció una presión inusitada sobre los oficiales y mandos intermedios para que, a su vez, repercutieran sobre el resto de guardias civiles, generando un mal clima laboral que tardará años en reconducirse.

Como se trasladó en este Pleno, hay hechos y actuaciones de ciertos responsables de unidades, como el que referimos en la comandancia de Cádiz, que nos hace cuestionar el sistema de elección y ascenso a los empleos más altos y la asignación de mando a las unidades. En el que caso que nos ocupa,  incluso teniendo el evaluado – ahora mandando la zona de Aragón– una valoración negativa de todo lo que tenga que ver con el asociacionismo profesional en la Guardia Civil. Cuestión que ahora AUGC ha llevado ante tribunales de justicia en esa Comunidad Autónoma.

AUGC destacó que con la aplicación de las sanciones de pérdida de destino se envía a dos familias al otro lado del mapa, a una comunidad bilingüe, con los problemas adaptación que ello conlleva.

Afirmamos también que estas sanciones son contrarias al ordenamiento jurídico y sintomáticas de que la aplicación de las sanciones pueden no ajustarse a criterios legalidad y proporcionalidad, sino a criterios ajenos a la Ley que apuntan a la utilización de la potestad disciplinaria para paliar una gestión personal errónea, que desconoce el valor de la persona y el principio de dignidad como informador del ordenamiento jurídico. Por todo lo anterior, AUGC solicita que estas pérdidas de destino debían dejarse sin efecto, suspenderse o no ejecutarse, según el caso. Lo cual entendemos que no solo es posible, sino  respetuoso con el valor supremo de la justicia.

La respuesta oficial la manifestó el Subdirector de Personal, General Ulla Rega, y no pudo ser más dura, carente de sensibilidad y por lo tanto, rechazable, pues comenzó diciendo que “no victimizáramos” la cuestión, que nada se puede hacer, salvo los recursos judiciales que puedan interponer los afectados; que no es cierto que no tuvieran tiempo para pedir otros destinos; y que los dos que quedan por destinar que “espabilen, hoy martes es posible que haya sorpresas, pues igual hoy se publicaban nuevos destinos, y están en cola para salir forzosos.

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