El 18 de septiembre de 2010, AUGC se manifestó con el lema “Por una jornada laboral digna”. Más de 12.000 guardias civiles salimos a la calle con nuestras familias porque las diferencias sociolaborales con el resto de cuerpos policiales eran (y son aún) muy relevantes. Entre ellas, los guardias civiles a día de hoy no tenemos turnos rotatorios que permitan conocer un cuadrante de servicio anual, a pesar de que la Orden General 11/2014 marca en su artículo 7 (Modalidad de prestación del servicio a turnos) “la prestación de servicios en turnos rotatorios con una cadencia regular fija, continua o discontinua, determinada por ciclos que incluyen períodos de servicio de mañana, tarde o noche, así como un régimen propio de descansos, conforme a la jornada de trabajo. En la fijación de su régimen propio de descansos, que deberá adecuarse a la cadencia regular de turnos rotatorios que caracteriza esta modalidad de servicio, se tendrán en cuenta los efectos de los que corresponderían por los días festivos fijados anualmente y por la aplicación de los descansos singularizados a que se refiere el artículo 25 de la presente orden”.
Según la Orden General, esta modalidad de prestación de servicio a turnos se debería haber implantado al año siguiente de su publicación, es decir, en 2015. El Estado Mayor de la Guardia Civil ha realizado pruebas en diferentes unidades a nivel nacional, pero no ha pasado de ahí. En Madrid, el Destacamento Especial de Tráfico, la prisión de Alcalá Meco, la Unidad de Seguridad de Batalla del Salado o la Unidad de Seguridad y Fiscal del Aeropuerto Adolfo Suarez-Barajas han sido algunas de las unidades que se han utilizado como cobayas para sacar conclusiones de esa implantación que, sin embargo, y cuatro años después de la publicación, no se ha implantado ni se ven atisbos de que se vaya a hacer. La conciliación familiar y laboral del guardia civil prácticamente es nula, pues la previsión mensual de servicios, que es lo que actualmente tiene un guardia civil para saber que trabaja un día u otro, es una herramienta que no da una solución adecuada y, sobre todo, rompe el derecho de igualdad con el resto de cuerpos policiales en este sentido.
La importancia de la implantación de los turnos rotatorios en la Guardia Civil es innegable. Como ejemplo, en el Aeropuerto Adolfo Suárez -Barajas, la calidad de vida ha aumentado en un porcentaje muy elevado aunque haya problemas que subsanar como la detracción de días de asuntos particulares o vacaciones, detracción que se contradice también con la Orden General y que se aplica simplemente por estar en un turno experimental.
En la Unidad de Seguridad de Batalla del Salado, se estableció un turno experimental gracias al cual los guardias civiles conocían de antemano prácticamente todo su servicio anual. La calidad de vida de la unidad aumentó en un porcentaje elevado en comparación con un turno de trabajo discontinuo y con infinidad de cambios. Sin embargo, este turno, con el que se continuó después de la fase experimental por acuerdo entre los componentes y con la autorización de la Superioridad, debido a sus evidentes ventajas, se eliminó de la noche a la mañana sin motivo alguno. AUGC Madrid sigue sin entender cómo un incentivo y una motivación tales para el personal se desvanecieron sin saber cómo ni por qué y, lo peor, sin atisbos de saber cuándo se implantarán otra vez.
A esta problemática le tenemos que sumar que, desde principios del año pasado, los guardias civiles no disfrutan de otro derecho que nos indica la OG, como son los descansos singularizados o los índices correctores por trabajar en festivos o nocturnos. Según dice textualmente la OG en su artículo 25, “El personal incluido en este régimen que preste servicio en la modalidad de actividad tendrá derecho a un día de descanso singularizado adicional, con carácter deducible, por cada tres servicios prestados en festivo, y uno más, con el mismo carácter, por cada seis servicios nocturnos que haya realizado”. Aunque en este artículo se excluía en un principio al personal que trabajara en la modalidad de turnos, la insistencia de AUGC originó que en el último segundo se modificase y se incluyese este derecho también para ellos. Sin embargo, y bajo la excusa de la falta de personal, se retrasa mes tras mes el disfrute de estos días a los que los guardias civiles tienen derecho, dando lugar a que caduquen, puesto que “Los servicios que dan lugar a este tipo de descansos cuya acumulación se interrumpa impidiendo la generación del derecho durante un plazo de doce meses, contado desde el mes siguiente al último en que se realizó un servicio de dicha naturaleza, se considerarán caducados transcurrido dicho plazo”. Desde AUGC no podemos entender que derechos que han costado mucho trabajo y sacrificio para los guardias civiles se borren de un plumazo. La falta de personal no puede servir de excusa para detraer este derecho, porque el resto de cuerpos policiales también sufren el mismo problema y no afecta en igual forma. ¿Somos los guardias civiles diferentes? Además, el problema se agranda porque tampoco se sabe cuándo ni cómo se van a dar esos días, merecidos por el trabajo en días festivos y nocturnos. AUGC ha elevado directamente este situación al Consejo de la Guardia Civil para que ponga solución y que los guardias civiles puedan disfrutar los días que les correspondan.
Los días singularizados fue un logro de los miles de guardias civiles que acudieron al llamamiento de AUGC y remitieron una propuesta al Consejo solicitando los índices correctores. Esas miles de peticiones hicieron reflexionar a la Dirección General y poner en marcha esta compensación, similar a la del Cuerpo Nacional de Policía. Sin embargo, ahora se están incumpliendo en todo el territorio nacional. En el caso de Madrid, se da sobre todo en unidades como la UPROSE o la Comandancia de Tres Cantos.
