El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado hoy viernes 5 de abril la sentencia del pasado 15 de marzo del Tribunal Supremo por el que se anula el Real Decreto de 2017 que aprobaba el nuevo reglamento de destinos del personal de la Guardia Civil, por tanto, se hace efectiva la sentencia por la que AUGC había recurrido y ganado en los tribunales la normativa sobre destinos. Una situación que la Dirección General nunca debería haber permitido, pues AUGC les avisó de la mala praxis con la que se estaban adjudicando los destinos y la irresponsabilidad profesional que mostraban los generales del Cuerpo al no admitir los argumentos de la asociación profesional mayoritaria.
Como se recordará, AUGC había recurrido contra este Real Decreto, ya que éste ampliaba el número de vacantes de libre designación hasta duplicar su número y no recogía los informes preceptivos necesarios, lo que contradice el criterio instalado en el resto de la Administración, ya que este tipo de asignación de puestos de confianza se limita excepcionalmente a altos funcionarios.
De nuevo los tribunales vuelven a dar la razón a AUGC y reafirmar que la Guardia Civil no puede seguir siendo un estado dentro del Estado, que debe mejorar en su transparencia y negociación con los legítimos representantes elegidos democráticamente, para así avanzar hacia unas relaciones laborales modernas y asertivas, donde se tengan en cuenta las necesidades profesionales y familiares de los guardias civiles.
Es evidente que el incremento de puestos de libre designación favorece la arbitrariedad y el clientelismo, puesto que atenta gravemente contra los principios de igualdad, mérito y capacidad, que deben regir la promoción profesional en la función pública. Los destinos a dedo, “dedocracia”, debe llegar a su fin en la Guardia Civil, y AUGC continuará trabajando por qué así sea.
Ahora, tras la publicación en el BOE de esta anulación, AUGC espera que desde la Dirección General de la Guardia Civil se actúe con rapidez, transparencia y responsabilidad a la hora de gestionar los mecanismos que rijan la asignación de destinos a sus trabajadores. Para ello será preciso contar con la interlocución de las asociaciones profesionales, a las que el actual Director General tanto ha tratado de ningunear.
Hablamos de una de las principales preocupaciones de los guardias civiles, pues de la asignación de destinos incide directamente en su estabilidad familiar.
Ahora es la Dirección General de la Guardia Civil la que debe dar explicaciones a los integrantes del Cuerpo, y activar de manera rápida, ágil, y sin injusticias, un nuevo reglamento de destinos para que los guardias civiles y sus familias puedan cumplir el sueño de acercarse al lugar que tanto ansían y por el que a buen seguro llevan mucho tiempo esperando.
Por lo tanto, y ante el grave varapalo sufrido por la Dirección General en el Tribunal Supremo, se impone ahora un cambio de rumbo que respete los derechos de los trabajadores del Cuerpo. Desde AUGC, velaremos por los intereses de los guardias civiles, estando muy atentos para evitar cualquier maniobra de ocultación dirigida a evitar el cumplimiento del mandato de la justicia.
