Con la imposición de las 40 horas semanales en Tráfico, AUGC lanzará una campaña de seguridad vial entre los conductores

Con la imposición de las 40 horas semanales en Tráfico, AUGC lanzará una campaña de seguridad vial entre los conductores

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Un agente de la Agrupación de Tráfico.

En un nuevo y desconcertante cambio de actitud, la Dirección General de la Guardia Civil ha recuperado su despótica decisión de ampliar hasta final de año la jornada laboral en la Agrupación de Tráfico hasta las 40 horas semanales -dos y media más que las que se realizan actualmente- en aquellas provincias que presentan peores datos de siniestralidad vial. Así, y pese a que a comienzos del presente mes de noviembre emitía un comunicado por el que dejaba en suspenso esta instrucción, ahora regresa a sus intenciones de perpetrar por la vía de la imposición un nuevo abuso contra los guardias civiles.

Ante esta grave interpretación de la jornada laboral, AUGC ya solicitó en septiembre una reunión con el Mando de Operaciones Territoriales para que se adoptasen otro tipo de medidas organizativas, ante el evidente, unilateral e irregular quebranto de la jornada laboral de los agentes.

Ahora, y en vista de la obstinación del general que dirige esta especialidad de la Guardia Civil, Ramón Rueda Ratón, quien ignora los derechos de los trabajadores del Cuerpo, AUGC seguirá trabajando desde sus servicios jurídicos para impedir por la vía legal la aplicación de esta medida, que ya está recurrida ante los tribunales.

Así, una y otra vez, los mandos de la Guardia Civil siguen negando y resistiéndose al cambio de las relaciones laborales en la Guardia Civil para adaptarse al siglo XXI, y vuelven a cometer los mismos errores que en el pasado, donde ya en el año 2002 se produjo lo que se denominó la primera “huelga de bolis caídos” de la Historia, y más recientemente en el 2010 y debido a la implantación de una norma maquiavélica (el RAI/RAU) se volvió a producir un considerable descenso en el número de las denuncias. Y es que en la Guardia Civil de Tráfico son muchos quienes toman decisiones, pero pocos quienes tienen que salir a la carretera a prestar servicio cada día, puesto que finalmente las penalidades del servicio recaen en los cabos y guardias civiles que han de enfrentarse al riesgo de las carreteras a diario.

Debido a esta situación y siendo conocedores de que los tribunales tardaran varios meses en resolver este avasallamiento en nuestros derechos, unido a la fala de diálogo ya que no hemos sido recibidos para buscar una solución al conflicto, desde AUGC estudiamos la puesta en marcha, de cara al último mes del año, de una campaña de concienciación de seguridad vial entre los conductores. Porque ante el incremento de la siniestralidad en las carreteras españolas se hace evidente que en España existen graves deficiencias no sólo en efectivos y medios en la Guardia Civil y en el estado de las carreteras, sino también en el ámbito de la educación vial.

Sin embargo, y ante este preocupante repunte de los accidentes, tanto desde Interior y la Guardia Civil como desde la Dirección General de Tráfico se prefiere obviar la gran pérdida de patrullas a causa de los recortes en los últimos años, así como la falta de inversión en la conservación de las vías, para volver a buscar el remedio golpeando otra vez sobre las mismas espaldas: la de los guardias civiles, ya de por sí maltrechos con unas retribuciones de segunda y a quienes ni tan siquiera sus mandos les respetan la normativa en cuanto a jornada laboral, la cual sigue sin establecer el trabajo a turnos.

Hay que recordar, además, que la especialidad de Tráfico de la Guardia Civil es el destino con mayor número de agentes fallecidos en acto de servicio, muestra del riesgo y sacrificio que realizan a diario miles de guardias civiles anónimos para dar seguridad y vigilancia en la carretera, un total de 332 miembros han perdido la vida desde que se creara esta especialidad.

Además, la imposición de esta medida se produce, como ya se ha indicado, apenas un par de semanas después de haberla desestimado, lo cual no hace sino demostrar la falta de rigor y seriedad de las direcciones generales de Tráfico y la Guardia Civil, más proclives, por lo que se pudo comprobar tras la denuncia de AUGC, en reformar a precio de oro pisitos para sus jefes, aun no correspondiéndoles ese derecho, que en cuidar de la salud de los agentes de Tráfico y de los propios conductores españoles.

Así es como siguen haciendo funcionar su particular cortijo. Este ataque frontal contra los derechos de los guardias civiles AUGC lo denunciará tanto públicamente como en los tribunales.