AUGC insiste en la necesidad de que los guardias civiles puedan contar con derechos como cualquier otro cuerpo policial

El acceso a una sindicación responsalbe y la supresión del Codigo Penal Militar, pasos inevitables hacia una Guardia Civil moderna y democrática.

por Redacción AUGC

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La defensa de los derechos e intereses de los guardias civiles, en relación con los intereses sociales, económicos y profesionales, son los fines de AUGC. Y para promover una carrera profesional con plenitud de derechos, potenciar, y preservar la no discriminación con el resto de cuerpos policiales y la igualdad de oportunidades para la defensa de nuestros derechos y mejorar de las condiciones sociolaborales y mejora de calidad de vida de los guardias civiles y sus familias. 

Y para alcanzar estos objetivos, entre las principales reivindicaciones históricas de AUGC ha destacado siempre el derecho de sindicación en la Guardia Civil. El hecho de que este derecho –herramienta fundamental para la defensa de los trabajadores- continúe vetado a los integrantes del Cuerpo constituye una anacronía inasumible en una democracia, que además sirve para establecer una brecha insalvable con la situación de la que sí disfrutan el resto de instituciones de seguridad pública en España.

Son los guardias civiles quienes sufren peores condiciones de trabajo, quienes tienen restringidos o limitados sus derechos, quienes sufren la aplicación del Código Penal Militar y pueden acabar en prisión militar por una mera discusión con un superior jerárquico. También son quienes realizan el mayor número de horas de servicio al año, sin turnos de trabajo o una jornada laboral digna, pero quienes reciben menor remuneración por ello, por la aplicación de una norma sobre productividad que solo beneficia a quienes realizan labores de dirección, menospreciando a quienes realizan el servicio policial a pie de calle.    

Por este motivo, y para modernizar la Guardia Civil Desde AUGC hablamos siempre de un derecho de sindicación responsable, adaptado a la idiosincrasia de la Guardia Civil, pero dotado de los suficientes recursos para que los legítimos representantes de los miembros de la institución puedan ejercer su función con las suficientes garantías.

Nueva generación de derechos

Y es aquí donde entramos en otra de las medidas que deben implementarse urgentemente en la Benemérita para que verdaderamente pueda convertirse en un cuerpo policial moderno y transparente: dar paso a una nueva generación de derechos para los guardias civiles y representantes, que a día de hoy continúan careciendo de una verdadera capacidad de interlocución con la Dirección General.

Esta evolución de derechos debería también reflejarse en otra de las graves consecuencias de la remilitarización que ha sufrido la Guardia Civil en la última década: la aplicación arbitraria del Código Penal Militar a los guardias civiles en funciones policiales.

Porque tras el paso adelante que se dio en 2007, con la restricción en la aplicación de este Código únicamente a situaciones de guerra, Estado de sitio o misiones militares en el extranjero, su reforma, en vigor desde 20156, devolvió a los trabajadores del Cuerpo a la situación anterior. Como consecuencia de ello, periódicamente asistimos a la condena a cárcel de guardias civiles que simplemente mantuvieron una discusión con un superior.

El último ejemplo de este despropósito lo encontramos en la condena a nueve meses de prisión para un agente del Seprona destinado en Valencia.

Hay que recordar que AUGC cuenta con más de un cuarto de siglo de trabajo serio y honesto en favor de los derechos de los guardias civiles. Un trabajo en el que no caben intereses políticos de ningún tipo, y sí, únicamente, el afán de que los agentes del Cuerpo y sus familias disfruten de los mismos derechos sociolaborales que tiene cualquier otro ciudadano español.

Por lo tanto, en esta labor no se incluye más que la aspiración de conseguir que todo guardia civil esté equiparado en todos los sentidos a cualquier otro policía que trabaje en nuestro país, con independencia de la naturaleza propia de la institución para la que presta sus servicios. Por ello, para AUGC la desmilitarización de la Guardia Civil no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar el fin. Se pueden implementar multitud de mejoras en el modelo policial, sin que esto suponga modificar la actual organización de la seguridad pública en nuestro país.

 

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