Desde AUGC Cádiz se ha denunciado en infinidad de ocasiones la falta de medios y de agentes en la provincia de Cádiz en el ámbito de la seguridad ciudadana y equipos de investigación.
Hoy nos centramos en los guardias civiles que prestan su servicio en la localidad de Chiclana de la Frontera, la unidad más importante de la provincia de Cádiz en número de agentes, con cerca de 150 guardias civiles que en la actualidad cuentan con escasos medios materiales, así como unas instalaciones obsoletas.
Nos encontramos con una oficina de atención a minusválidos que en la actualidad se usa como cuarto trastero, oficina que fue acondicionada en su día con fondos europeos. Por su parte, la ubicación de los calabozos hace inevitable que el traslado de los detenidos se lleve a cabo delante de cualquier ciudadano que vaya a realizar cualquier gestión administrativa en el acuartelamiento, lo cual puede suponer un importante riesgo para su integridad.
Los agentes no disponen de una zona de descanso acondicionada en el acuartelamiento donde poder refrigerarse en su tiempo de descanso, y lo que consideramos más grave es la alarmante falta de vehículos patrulla para las unidades de seguridad ciudadana, motivo éste por el cual en ocasiones han tenido que realizar patrullas a pie por la localidad, con lo que ello supone a la hora de reaccionar en caso de que surja cualquier incidencia y el perjuicio que conlleva a la hora de prestar un óptimo servicio al ciudadanos.
Además, la dotación de vehículos es escasa, siendo tres de ellos de uso exclusivo para los oficiales y suboficial jefe de servicio. La unidad sólo dispone de un vehículo mampara acondicionado para el traslado de detenidos a las dependencias oficiales o judiciales, lo cual consideramos escaso teniendo en cuanta que la media de detenidos es de unos 500 anuales.
También queremos reseñar las condiciones en las que se encuentran algunos de los vehículos, como un Nissan Terrano II asignado recientemente con más de 250.000 kilómetros (teóricamente, pues no le funciona el cuenta kilómetros, por lo resulta extraño que haya pasado la ITV) y más de diez años de antigüedad; o un Citroën C3 que sufrió un accidente hace más de dos años, no habiendo sido aún reparados los daños producidos al ser alcanzado por otro vehículo.
Desde AUGC vemos con perplejidad como una de las poblaciones con más repercusión turística en la provincia está olvidada por parte de la Dirección General la Guardia Civil, pues tanto sus instalaciones como los medios materiales de los que se dispone en la localidad de Chiclana son precarios y obsoletos.
Una ciudad que puede llegar a alcanzar cerca de 300.000 habitantes durante la época estival se merece que los guardias civiles que velan por su seguridad dispongan de instalaciones y medios adecuados para poder prestar un servicio eficaz, ya que estos hechos han sido puestos en conocimiento de la Jefatura de la Comandancia por parte de nuestro Secretario de Salud Laboral y la misma no ha puesto remedio a ellos hasta la fecha.
Hoy nos centramos en los guardias civiles que prestan su servicio en la localidad de Chiclana de la Frontera, la unidad más importante de la provincia de Cádiz en número de agentes, con cerca de 150 guardias civiles que en la actualidad cuentan con escasos medios materiales, así como unas instalaciones obsoletas.
Nos encontramos con una oficina de atención a minusválidos que en la actualidad se usa como cuarto trastero, oficina que fue acondicionada en su día con fondos europeos. Por su parte, la ubicación de los calabozos hace inevitable que el traslado de los detenidos se lleve a cabo delante de cualquier ciudadano que vaya a realizar cualquier gestión administrativa en el acuartelamiento, lo cual puede suponer un importante riesgo para su integridad.
Los agentes no disponen de una zona de descanso acondicionada en el acuartelamiento donde poder refrigerarse en su tiempo de descanso, y lo que consideramos más grave es la alarmante falta de vehículos patrulla para las unidades de seguridad ciudadana, motivo éste por el cual en ocasiones han tenido que realizar patrullas a pie por la localidad, con lo que ello supone a la hora de reaccionar en caso de que surja cualquier incidencia y el perjuicio que conlleva a la hora de prestar un óptimo servicio al ciudadanos.
Además, la dotación de vehículos es escasa, siendo tres de ellos de uso exclusivo para los oficiales y suboficial jefe de servicio. La unidad sólo dispone de un vehículo mampara acondicionado para el traslado de detenidos a las dependencias oficiales o judiciales, lo cual consideramos escaso teniendo en cuanta que la media de detenidos es de unos 500 anuales.
También queremos reseñar las condiciones en las que se encuentran algunos de los vehículos, como un Nissan Terrano II asignado recientemente con más de 250.000 kilómetros (teóricamente, pues no le funciona el cuenta kilómetros, por lo resulta extraño que haya pasado la ITV) y más de diez años de antigüedad; o un Citroën C3 que sufrió un accidente hace más de dos años, no habiendo sido aún reparados los daños producidos al ser alcanzado por otro vehículo.
Desde AUGC vemos con perplejidad como una de las poblaciones con más repercusión turística en la provincia está olvidada por parte de la Dirección General la Guardia Civil, pues tanto sus instalaciones como los medios materiales de los que se dispone en la localidad de Chiclana son precarios y obsoletos.
Una ciudad que puede llegar a alcanzar cerca de 300.000 habitantes durante la época estival se merece que los guardias civiles que velan por su seguridad dispongan de instalaciones y medios adecuados para poder prestar un servicio eficaz, ya que estos hechos han sido puestos en conocimiento de la Jefatura de la Comandancia por parte de nuestro Secretario de Salud Laboral y la misma no ha puesto remedio a ellos hasta la fecha.
