EL DELEGADO DEL GOBIERNO INAUGURA EL CUARTEL DE CARAVACA CON NUMEROSAS DEFICIENCIAS

Las obras realizadas en el Cuartel de la Guardia Civil de Caravaca de la Cruz (Murcia), han costado al Estado Español cerca de 900.000 Euros. Sólo ocho meses después de haber concluido la obra, la pintura de la fachada comienza a desconcharse. Las escaleras han sido apuntaladas con una barra de hierro, porque los cimientos cedieron, quedando en entredicho la seguridad del edificio. Las escaleras del bloque por el que se accede a los vestuarios no han sido restauradas, conservan el mismo pavimento desde hace cincuenta años. Las nuevas oficinas son poco funcionales y modernas. Incumplen la normativa sobre prevención de riesgos laborales. En la oficina del área de prevención de la delincuencia, de solamente 9 metros cuadrados, trabajan 25 efectivos. El depósito de la Intervención de Armas, se encuentra a unos quince metros de la oficina. No se han puesto cortinas interiores, ni se han renovado mesas, sillones, ni mobiliario de oficina, que figura en inventario con diez años de antigüedad y destrozado. No se ha previsto zona de descanso para los agentes y mucho menos sala de briefing donde realizar sesiones informativas. Los vestuarios, utilizados por más de 30 guardias civiles, únicamente disponen de un cuarto de aseo de 2 metros cuadrados con una ducha. No hay calefacción, ni aire acondicionado. Carecen de sillas, bancos para sentarse y taquillas. Cada guardia civil ha tenido que comprarse su propio armario para guardar la ropa. Las instalaciones de acceso al público son patéticas. No se han dotado de aseos específicos. La oficina destinada a la atención de menores y mujeres víctimas de violencia de género fue eliminada. La sala de espera carece de mobiliario, únicamente hay una silla para sentarse, el resto de personas tienen que esperar de pie. Y algo inexplicable: existía una rampa de acceso para los discapacitados y se ha suprimido, por lo que, ahora se incumple totalmente la legislación sobre eliminación de barreras arquitectónicas. Son insoportables los olores que salen al cuarto de puertas procedentes de los sumideros de los calabozos, que están anexos al mismo. Por motivos de seguridad no vamos a detallar las deficiencias que registran éstos, que tuvieron que ser rediseñados sobre la marcha. Pero si, que la zona de privación de libertad, puede observarla cualquier ciudadano que vaya a realizar gestiones al Cuartel. No se respeta la intimidad de los detenidos. En general, la seguridad del acuartelamiento no se ha adaptado a la normativa vigente. El Cuartel de Caravaca de la Cruz (Murcia), sigue siendo un viejo caserón de principios del siglo pasado, por lo que ya fue inaugurado en su momento. Sobra pues este acto de reinauguración organizado por la Delegación del Gobierno de Murcia, y mucho menos, con los tiempos de crisis por los que atravesamos, invertir más de 500 Euros en cafés, bollería y placas conmemorativas. El 90 % de la plantilla de los guardias civiles que trabajan en el Cuartel de Caravaca de la Cruz, son afiliados de esta asociación mayoritaria. Hemos de constatar, el malestar existente entre la mayoría de ellos por la celebración a bombo y platillo de este acto, la mala gestión de las obras realizadas, y lo que es mas importante: el empleo de varios agentes, en días anteriores a la visita del Delegado del Gobierno, para realizar labores de repintado en las oficinas, desviándolos de sus funciones policiales de vigilancia, lo que va en perjuicio de la seguridad ciudadana.