Una discusión con un sargento. Éste es el motivo por el que un guardia civil destinado en Tenerife ha sido condenado a tres meses de prisión militar por el Juzgado Togado Militar de Santa Cruz de Tenerife. De este modo, este trabajador del Cuerpo, que actualmente está en la reserva, con lo que ha dejado de prestar servicio en la Benemérita, deberá pagar con su libertad por la comisión de una mera falta administrativa, amparándose en la aplicación del Código Penal Militar. Esta remilitarización de la Guardia Civil, que ha llevado a cabo el actual Gobierno del PP, es una de las razones que han llevado a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) a convocar una manifestación en Madrid el próximo 14 de noviembre.
La comunicación de esta última condena a un guardia civil se produjo, para mayor vergüenza del Cuerpo e indignación de sus trabajadores, en vísperas de la celebración de su patrona, la Virgen del Pilar, en unos fastos cuyo derroche ya ha denunciado AUGC. En estas circunstancias, unida a muchos otros motivos, se comprenderá que los guardias civiles no estemos ni mucho menos para fiestas en las que se dilapidan los recursos que luego se niegan a la hora de proporcionar a los guardias civiles herramientas imprescindibles para su trabajo, como chalecos antibalas o vehículos en buenas condiciones.
Este mal sueño comenzó para el guardia civil cuando se mostró en desacuerdo con un sargento en relación a una documentación que el superior le dio a firmar. A pesar de no negarse a hacerlo, se produjo una discusión que ahora le supone esta abusiva y desproporcionada condena que además deberá cumplir íntegramente, ya que en este caso no existen los efectos beneficiarios que sí disfrutan los ciudadanos de reducción de condena ni ausencia de ingreso en prisión por condena inferior a dos años.
Lejos de avanzar en la democratización de la Guardia Civil y en los derechos de sus trabajadores, el actual Gobierno del Partido Popular se ha empeñado en profundizar en las medidas represoras contra los agentes y sus representantes.
La remilitarización de los guardias civiles es, además, una más de entre las muchas razones por las que AUGC ha decidido convocar para el próximo 14 de noviembre una gran manifestación en Madrid con la que mostremos nuestro hartazgo en una histórica Marea de Tricornios. A este motivo, ya de por sí más que suficiente para la movilización, cabe añadir otros muchos como la discriminación salarial respecto a otras policías, la prohibición de contar con sindicatos o la falta de un sistema de turnos de trabajo que permita la conciliación laboral y familiar.
La comunicación de esta última condena a un guardia civil se produjo, para mayor vergüenza del Cuerpo e indignación de sus trabajadores, en vísperas de la celebración de su patrona, la Virgen del Pilar, en unos fastos cuyo derroche ya ha denunciado AUGC. En estas circunstancias, unida a muchos otros motivos, se comprenderá que los guardias civiles no estemos ni mucho menos para fiestas en las que se dilapidan los recursos que luego se niegan a la hora de proporcionar a los guardias civiles herramientas imprescindibles para su trabajo, como chalecos antibalas o vehículos en buenas condiciones.
Este mal sueño comenzó para el guardia civil cuando se mostró en desacuerdo con un sargento en relación a una documentación que el superior le dio a firmar. A pesar de no negarse a hacerlo, se produjo una discusión que ahora le supone esta abusiva y desproporcionada condena que además deberá cumplir íntegramente, ya que en este caso no existen los efectos beneficiarios que sí disfrutan los ciudadanos de reducción de condena ni ausencia de ingreso en prisión por condena inferior a dos años.
Lejos de avanzar en la democratización de la Guardia Civil y en los derechos de sus trabajadores, el actual Gobierno del Partido Popular se ha empeñado en profundizar en las medidas represoras contra los agentes y sus representantes.
La remilitarización de los guardias civiles es, además, una más de entre las muchas razones por las que AUGC ha decidido convocar para el próximo 14 de noviembre una gran manifestación en Madrid con la que mostremos nuestro hartazgo en una histórica Marea de Tricornios. A este motivo, ya de por sí más que suficiente para la movilización, cabe añadir otros muchos como la discriminación salarial respecto a otras policías, la prohibición de contar con sindicatos o la falta de un sistema de turnos de trabajo que permita la conciliación laboral y familiar.
