Otro héroe que nos deja *

Otro héroe que nos deja *

por Ildefonso Garcia Ruiz

Lugar donde se produjo el accidente mortal del compañero el pasado lunes.
Lugar donde se produjo el accidente mortal del compañero el pasado lunes.

De nuevo estamos de luto en la Guardia Civil por la pérdida la pasada semana de un compañero, un miembro de la especialidad de Tráfico que el pasado lunes 3 de julio iniciaba su servicio a las seis de la mañana para no terminarlo jamás. Un desafortunado incidente hizo que mientras el agente atendía a un usuario de la vía, otro vehículo le arrollara al no percatarse de su presencia.

Ya son trescientas treinta y tres personas pertenecientes a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil las que han fallecido en acto de servicio desde que se creara esta especialidad. La actividad con mayor número de fallecidos por accidente laboral en el Cuerpo.

Y es que en muchas ocasiones, tan alta peligrosidad en el ejercicio de nuestras funciones se ha de afrontar sin el personal necesario. Existe un déficit de plantilla, y este déficit se ha de subsanar con el esfuerzo y sacrificio de quienes cada día prestan servicio.

No es de recibo que existan patrullas formadas por un solo componente -recordemos que estamos en alerta antiterrorista cuatro sobre cinco-, o que una vasta extensión y todas las incidencias que surjan en dicho espacio tengan que ser atendidas por una sola patrulla.

Soy consciente de que algunos altos mandos en la Guardia Civil no quieren que se saquen a relucir las “vergüenzas”, pero menos aún nos gusta a nosotros sufrirlas. Y la realidad muestra una falta de planificación y sensibilidad con quienes han de soportar las peores condiciones laborales. La institución no está resultando a la altura de lo que se espera de ella, y muestra incapacidad para adaptarse a un nuevo escenario, así como falta de adaptación a las nuevas necesidades.

El conjunto de niveles jerárquicos, los puestos, funciones y canales de comunicación establecidos de forma oficial por quienes detentan el poder estratégico dentro de la institución, es decir, por quienes fijan los factores productivos, así como la utilización de los recursos humanos y materiales, no están siendo capaces de adaptarse a las nuevos tiempos y las nuevas demandas que exigen un nuevo marco en las relaciones laborales. Algunos parecen no haberse dado cuenta que la Guardia Civil de correrías, la cartera de caminos, los telefonemas y el servicio de puertas de 24 horas forman parte del pasado.

Si de verdad se quiere una Guardia Civil para el siglo XXI, ésta pasa por el aumento de efectivos y dotar de mejores medios para poder prestar un servicio de calidad y con garantías. No solo hemos de dar seguridad, sino que además hemos de sentirnos seguros en nuestro trabajo cada día.

* Artículo de Juan Fernández, secretario nacional de Comunicación y portavoz de AUGC

Para hacer comentarios debes identificarte

IDENTIFÍCATE