Es la historia interminable. AUGC lleva meses denunciando el recrudecimiento de la persecución de sus representantes a través de la apertura de expedientes disciplinarios. El último caso afecta al secretario general provincial de AUGC Ciudad Real, Ildefonso Gallardo, al que acaba de incoársele un expediente por falta grave por una supuesta desatención del servicio.
De esta manera, la Dirección General tratar de acallar a golpe de expedientes disciplinarios su labor asociativa, algo especialmente grave, puesto que supone una irregularidad y anomalía democrática que se pretenda acallar a golpe de expedientes a quienes ponen voz a los problemas de los guardias civiles.
En el caso de nuestro compañero Ildefonso, además, el acoso es reiterado, ya que en 2019 se le notificaba una falta grave por “negligencia grave en el cumplimiento de las obligaciones profesionales o de las órdenes recibidas” en la confección de un atestado con tres delitos atribuidos a un conductor: negativa a sometese a la prueba de alcoholemial, negativa a la de drogas y presentar síntomas de alcoholemia. Pese a que en la portada de este atestado, la hoja resumen y la diligencia de información sólo se consignaban dos de estos delitos, el atestado estaba completo, y el guardia civil (y representante de AUGC) lo realizaba por los tres. Se trataba de un pequeño error irrelevante, pues el agente se limita a realizar una valoración y el juez es quién dictamina la comisión de los delitos o la inocencia. Finalmente, el caso acabó, como era de prever, cerrándose sin ninguna consecuencia para nuestro compañero.
Además, cabe destacar que, desde el nombramiento de Ildefonso, en 2017, como secretario de organización y después secretario general en Ciudad Real, en dos años recibió nada menos que tres faltas graves, cuando hasta entonces su expediente estaba inmaculado.
Para AUGC, es evidente que aún continúan algunos mandos sin aceptar que la labor asociativa ha llegado para quedarse, y unas nuevas relaciones laborales deben establecerse. Pero en lugar de avanzar y aceptar nuevos aires de cambio, algunos aprovechan el Régimen Disciplinario contra los representantes de AUGC con el objetivo de ejemplificar en estos su carácter represivo como aviso para navegantes.
