El Juzgado de Instrucción número 2 de Granada ha dictado auto de conversión en las diligencias que investigan a los Coroneles Santaella y Ortiz Clavero. En el auto, el titular del juzgado acuerda pasar el procedimiento actual (Diligencias Previas) al Procedimiento Abreviado. Según el citado auto, existen motivos suficientes para atribuir la perpetración de diversos delitos a las personas imputadas en la causa. Esto significa que sigue adelante el procedimiento judicial contra ambos mandos de la Guardia Civil.
En el caso del Coronel Santaella, se investiga la posible comisión de los delitos de revelación de secretos, cohecho, contra la salud pública, organización criminal y blanqueo de capitales por su implicación en el desembarco de droga por la que habría percibido cantidades importantes de dinero.
En el caso del Coronel Ortiz Clavero, se investiga un presunto delito de encubrimiento al ordenar el archivo definitivo del expediente abierto por Asuntos Internos, en lugar de dar cuenta a la fiscalía o autoridad judicial del contenido de dicho expediente y de la posible comisión de los delitos por parte del Coronel Santaella.
Este proceso judicial ha permitido mostrar la doble vara de medir que tiene la Guardia Civil a la hora de tratar a su personal según la escala.
Así, mientras éste año cuatro compañeros han sido sancionados con la pérdida de destino (2 de ellos ya han sido “desterrados” lejos de sus familias) por declarar la verdad en un juzgado, el trato dado a éstos mandos por la Dirección General ha sido totalmente distinta:
Los citados coroneles no fueron cesados de sus destinos (a pesar de la gravedad de los hechos ya conocidos por la DGGC), hasta que estos se hicieron públicos.
Incluso, cuando la propia DGGC conocía desde hacía tiempo el comportamiento del Coronel Santaella, le concedieron la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil (Cruz de Plata).
