Frustrante reunión entre las asociaciones profesionales y el General de la Zona de Andalucía

Frustrante reunión entre las asociaciones profesionales y el General de la Zona de Andalucía

por Ildefonso Garcia Ruiz

El General Laurentino Ceña, Jefe de la Zona de la Guardia Civil de Andalucía, con el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, en una imagen de archivo.
El General Laurentino Ceña, Jefe de la Zona de la Guardia Civil de Andalucía, con el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, en una imagen de archivo.

En la mañana del pasado 10 de junio representantes de la Federación de AUGC en Andalucía, con su secretario general, Rogelio González Weiss, al frente, asistieron junto con el resto de asociaciones profesionales representativas a una reunión convocada por el General de la Zona de Andalucía, Laurentino Ceña.

Con un orden del día muy completo y variado, el General explicó que, aunque abierto al diálogo, rechaza tratar temas relacionados con el servicio, ignorando que la L.O. 11/2007 asigna a las asociaciones profesionales la misión de la defensa de los derechos y de los intereses sociales, económicos y profesionales de los guardias civiles y sus familias. Obviaba también que el común denominador de los presentes era nuestra condición de guardias civiles, y que lo somos porque ejercemos dicha profesión en lo que llamamos “servicio”.

También rechazó tratar en la reunión los temas que exceden su ámbito territorial o que tengan color “local”, arguyendo que hay que dejar a los Jefes de Comandancia ejercer su función. Es decir, vació de contenido la reunión, que quedó en una educado intercambio de opiniones que se prolongó durante cinco horas.

Nuestros representantes andaluces iniciaron su turno de palabra agradeciendo la convocatoria, pero expresando su queja por que se hubiese tardado casi seis años en cumplir las instrucciones del Director General de la Guardia Civil en facilitar la normalización de las relaciones con las asociaciones profesionales y de facilitarles el trabajo, ceder locales y reunirse con ellas, al menos dos veces al año. Hace cuatro años mantuvimos una reunión, pero tuvo que ser a petición de AUGC y no se logró avanzar en ningún contenido práctico.

Durante el encuentro, AUGC reiteró los continuos incumplimientos en materia de jornada laboral, especialmente en la planificación y comunicación de los servicios, así como los cambios sin justificación. Instó a que se dicten instrucciones complementarias, con fines “pedagógicos” por la multiplicidad de interpretaciones de los diferentes mandos intermedios y la falta de comprensión en el objetivo último de la norma de conciliar vida profesional y familiar.

En otro momento AUGC planteó el considerable abuso que se hace de la figura de la “comisión de servicio”, la subjetividad con la que se concede y la sangría que supone a las plantillas de los puestos, generalmente en beneficio de unidades burocráticas. Denunció una vez más que se perpetúen durante años estas comisiones, con clara infracción de las normas de destinos. Respecto a la directriz que mandó este año con recomendaciones sobre las comisiones de servicio, nuestros representantes admitieron la conveniencia de que se regule, pero mostraron su disgusto por el uso arbitrario de esta figura, amparándose en la figura subjetiva de la “idoneidad”.

Cuando el General afeó al representante de UGC por referirse a la indignación del colectivo por el reparto de medallas y le pidió moderación, pues “en la Guardia Civil siempre se hace todo bien”, tuvo que ser una vez más AUGC quien saliera en defensa del compañero, indicando que no se trata de una “exageración producto del folclore” como decía el General, sino que hay pruebas objetivas que demuestran que las condecoraciones son muchas veces injustas y en no pocas, arbitrarias.

Por ejemplo se dijo que hay numerosos estudios que cuestionan los expedientes para su concesión, al mostrarse en ellos cosas como que es más frecuente recibir una “Roja” si eres Comandante que si eres Guardia (27 veces más probable), sorprendente para quienes sabemos cuales son las probabilidades de afrontar situaciones de riesgo, en las que hay que demostrar fehacientemente su valor en uno y en otro empleo.

El General Laurentino se amparó en la falta de presupuesto y en la crisis económica para justificar los problemas en la aplicación de la norma de prevención de riesgos laborales o la falta de implementación de medidas de seguridad personal, como es el tema de los chalecos antibala.

Hay que agradecer que algunas asociaciones hicieran aportaciones constructivas al debate. En algunos momentos la UO, UGC o ASESGC se mostraron críticos con la gestión de los escalones superiores y resultaron razonablemente reivindicativos en cuestiones legítimas.

Aún así queremos afear algunas propuestas y opiniones de los representantes de APROGC, más preocupados por que se aplique con más rigor el régimen disciplinario y por que se vigile la participación en los pasos procesionales de GC no autorizados. Otr5as propuestas de esta Asociación han sido que habría que evitar que las asociaciones opinen sobre los criterios de asignación de recompensas, que AUGC salga en los medios de comunicación para denunciar las ilegalidades o que el SPRL pida encuestas anónimas para conocer la situación real de las Unidades. En estas ocasiones los mandos que acompañaban al General mostraron más prudencia y sentido común que los de APROG. También queremos criticar el exabrupto de un representante de ASESGC que dijo que el protocolo más eficaz para la situación de las compañeras embarazadas serían los anticonceptivos.

Para finalizar, AUGC quiso dejar constancia del profundo malestar que ha ocasionado la pérdida del destino de cuatro compañeros (Ubrique y Arcos de la Frontera), resultado de expedientes disciplinarios por participar como testigos en un juicio.

A pesar de las circunstancias que rodean a estos expedientes y el grave perjuicio que se ocasiona a los GCs y a sus familias, un representante de la UO defendió la aplicación de las sanciones con argumentos tales como que “algunos de AUGC de Cádiz tienen que hacérselo mirar”. No sé si por la hora que era o por la contundencia del argumento, pero no tuvimos ganas de replicar y se dio por concluida la reunión.

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