PELUQUEROS EN PIKOLANDIA...artículo de opinión de Silvia Tubio y Miguel D. García, periodistas de La Voz de Cádiz
por Administración AUGC
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Malagente... que camina
Peluqueros en Pikolandia
Este anuncio apareció hace unos días en el puerto de Barcelona, nos lo ha contado hoy la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC):
”Por ser necesario para conocimiento del Jefe de la UFSP, interesa conocer si existe personal en nuestra unidad con conocimientos teórico-prácticos en peluquería, dichos conocimientos deberán ser acreditados. Solicita máxima difusión entre el personal y contestación antes del 12 de marzo a las 10:00 horas”.
Lo que no precisa el anuncio es si el aspirante debe tener conocimientos en el arte de la cuchilla y las tijeras o también se requiere experiencia en la aplicación de tintes y mechas. La AUGC critica y con razón, que se tenga que tirar de agentes adiestrados y para los que se les paga (no todo lo bien que debiera y cada vez menos)en estos menesteres.Y la siguiente pregunta que uno se hace, con la que está cayendo, es obvia: ¿debe invertirse el tiempo de funcionarios de la Benemérita en cortarle el pelo a otros del gremio?Las gargantas de Pikolandia rugen al instante: “No te equivoques! que aquí no se pela ni un guardia. La tropa se lo paga en la calle como todo cristo. Eso será para otros”.
Vale, pongámonos finos y dispuestos a descubrir que entre los cometidos de determinados guardias, adscritos aciertas unidades (¿equipo de vigilancia estética?) está mantener a rayael flequillo del personal. En serio, ¿no suena a coña? ¿nos lo podemos permitir? Confiesen señoras, sus mechas lo hacen por usted, ¿cuánto hace de la última visita a la peluquería? Y ustedes caballeros, ¿han pensado en regalarle algo a su sufrida/o compañera /opor suplantar las labores del barbero y ahorrarse unos euros? Es lo que ocurre con los gastos superfluos en las economías domésticas, que se eliminan rápido; en las administraciones públicas no ocurre lo mismo y luego salen los boquetes contables.
Pero esto de la crisis está teniendo otros efectos, nada negativos y de lomás higiénicos, sacudiendo las telarañas de la mala gestión de lo público y mostrando suss vergonzosas consecuencias. También está empujando al revisionismo muchas cuestiones impensables de replantear cuando no había preocupación alguna. Quizás ya ha llegado la hora de modernizar los conceptos siguientes: disciplina, jerarquía, mando. La subordinación en las tareas, en el rango, no supone ni mucho menos la sumisión inquebrantable. El respeto a una cadena de mando noobliga allevar el caféal jefe o hacer los recados si a ese trabajador no le pagan por ello. Y menossi esos emolumentos salen de la caja común. Nos dicen a diario que no hay dinero para pagar profesores o médicos, pero sí se invierte en peluqueros…y de uniforme.