Verano trágico en la Guardia Civil: ocho suicidios entre julio y agosto, 14 en lo que va de año, mientras el Gobierno sigue cruzado de brazos

Verano trágico en la Guardia Civil: ocho suicidios entre julio y agosto, 14 en lo que va de año, mientras el Gobierno sigue cruzado de brazos

por Ildefonso Garcia Ruiz

Representantes de la delegación de AUGC en Badajoz, durante una concentración ante la sede de la Delegación del Gobierno en esa provincia, tras el suicidio de otro compañero.
Representantes de la delegación de AUGC en Badajoz, durante una concentración ante la sede de la Delegación del Gobierno en esa provincia, tras el suicidio de otro compañero.

AUGC viene denunciando desde hace años el gran drama oculto en la Guardia Civil: su elevada tasa de suicidios. En este sentido, este verano está siendo especialmente trágico, con ocho agentes que han decidido quitarse la vida entre julio y agosto. Este alarmante repunte, sumado a los seis casos que se produjeron en los primeros meses del año, eleva a catorce los guardias civiles que se han suicidado en lo que va de 2017,  casi uno por quincena.

Julio fue el peor mes en este sentido desde el año 2000 (último del que disponemos de datos mensuales), con un total de seis suicidios, lo que, sumados a los dos de agosto y a los anteriores supone superar, en tan sólo ocho meses, los suicidios del año pasado, alcanzando la cifra más alta de los últimos seis años.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles lleva años denunciando el alarmante número de suicidios de guardias civiles, pero la Dirección General de la Guardia Civil y el Gobierno parecen estar más preocupados de ocultar los datos, intentando que no se hable de ello, que de buscar una solución a esta lacra que no sólo no cesa, sino que parece repuntar.

Desde el año 1990, según datos facilitados por el propio Gobierno en preguntas parlamentarias, se han producido un total de 423 suicidios lo que nos da una media 1 suicidio cada 24 días.

Se  trata, como AUGC ha denunciado en reiteradas ocasiones, de la gran tragedia oculta en la Guardia Civil. Ante el recrudecimiento de estas dramáticas cifras, queremos trasladar a la opinión pública nuestra firme intención de que, de una vez por todas, el Gobierno se comprometa seriamente con los guardias civiles y con medidas reales que reduzcan las alarmantes cifras que lastran las estadísticas oficiales.

Desde AUGC queremos denunciar que, a día de hoy, la Guardia Civil no ha evaluado los riesgos psicosociales a los que están expuestos los trabajadores incumpliendo con ello sus obligaciones en materia de riesgos laborales, materia que no parece interesar ni lo más mínimo a quienes nos gobiernan que solo recuerdan la obligación de cumplir las leyes cuando a ellos les interesa.

Por ello, instamos al Gobierno a que adopte medidas reales, empezando, con la participación activa de las asociaciones representativas, en la elaboración de una encuesta de clima laboral en la que participen todos los guardias civiles, continuando con una evaluación de riesgos psicosociales y finalizando con un estudio profundo de los resultados para que, con la participación directa de AUGC poder estudiar las medidas que realmente sea eficaces en la reducción de los suicidios.

Así mismo, esperamos que el resto de partidos políticos que componen el Congreso de los Diputados, apoyen nuestra iniciativa instando al gobierno a que de los pasos precisos para cumplir nuestra demanda.

Si observamos los datos sobre tasa de suicidios del INE, nos encontramos con la desagradable sorpresa de que, la Guardia Civil tiene una tasa de suicidios superior al resto de la población, a pesar de tener que superar pruebas psicológicas que garantizan que, quienes entran en la Guardia Civil, son las personas más preparadas psicológicamente para afrontar éste trabajo.

Ante esta insostenible situación, AUGC lleva desarrollando desde comienzos del presente año una campaña institucional para abordar este problema para el que no se trata de buscar culpables, sino de encontrar soluciones.

Así, a lo largo de los últimos meses, desde nuestra organización se han mantenido reuniones con los distintos grupos parlamentarios para transmitirles la necesidad de estudiar el problema a través de una comisión de estudio multidisciplinar y no solo con los mecanismos internos de la Guardia Civil, de manera que con la participación de los representantes parlamentarios, la propia DGGC, técnicos especializados y asociaciones profesionales se logre establecer un método de trabajo que consiga paliar este problema de salud pública.

Un ejemplo de la falta de interés por atajar esta tragedia es el hecho de que en comandancias donde se han producido suicidios recientes aún sigan vacantes las plazas de psicólogo. Así, nos encontramos con que existen provincias que directamente carecen de servicio de psicología, y donde los agentes deben ser asistidos por los psicólogos de provincias limítrofes.

Con esta aciaga estadística entendemos que la labor especializada de un servicio de psicología ha de ser permanente y estable en cada provincia, y deben promoverse cambios para que este servicio sea proporcionado por especialistas que no sean militares, ajenos por tanto a la cadena de mando y al principio de jerarquía.

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