La mentalidad arcaica de Rueda Ratón enrarece el clima laboral de los agentes de Tráfico y rebaja la calidad de su servicio

El responsable de esta especialidad sigue mostrando su nulo respeto al trabajo que AUGC, como asociación mayoritaria de la Guardia Civil, realiza en pro de la mejora de las condiciones laborales, sociales, profesionales y económicas de los guardias civiles.

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Rueda Ratón, y su tuit en el que alude a la información referida.

Cada vez son menos los altos mandos de la Guardia Civil que se oponen a la convivencia con las asociaciones profesionales. Sin embargo aún existe un reducto que continúa sin aceptar que éstas han llegado para quedarse.

Este tiempo ha pasado. Es el caso del actual responsable de la especialidad de Tráfico, Rueda Ratón, quien ofrece muestras incesantes de su arcaica concepción de las relaciones laborales a través de su perfil en Twitter, donde exhibe públicamente algo que ya conocemos y que muchos guardias civiles han comprobado: su nulo respeto al trabajo que AUGC, como asociación mayoritaria de la Guardia Civil, realiza en pro de la mejora de las condiciones laborales, sociales, profesionales y económicas de los guardias civiles. Así, el último episodio se producía tras la difusión por parte de AUGC de un comunicado en el que hemos puesto en evidencia una mala gestión por la que se impedía a los guardias civiles de Tráfico realizar pruebas de droga discrecionales a los conductores.

Rueda Ratón intenta justificar este hecho tildándolo de una simple “traba administrativa” y aplicando el viejo dicho que recomienda que “los trapos sucios se lavan en casa”. Además, su mala praxis le lleva incluso a criticar a los medios de comunicación, que con el buen criterio deontológico de informar, publican este dato. Al referirse al origen de la noticia, llega incluso a denominarla “fuente tóxica”. Sin embargo, no muestra el mismo entusiasmo cuando ocupa su lugar en el Consejo de la Guardia Civil, o ha de reunirse con los representantes de AUGC.

Esta manera trasnochada de ejercer el mando ya no tiene cabida en el Cuerpo, y además de enrarecer el clima laboral de los agentes que sufren su gestión provoca un descenso notorio de la calidad del servicio que se presta al ciudadano, ya que desde que Rueda Ratón llegara a la Jefatura de la Agrupación de Tráfico el número de guardias civiles que presta servicio en las carreteras ha caído hasta su cifra más baja en la última década, mientras el retroceso en el número de auxilios en carretera han pasado de más de 120.000 en 2010 a únicamente 20.000.

Y, con esta situación, ¿cuál es la medida organizativa adoptada por este responsable? Pues de nuevo volver a cargar contra quienes prestan servicio en las carreteras, aumentando su jornada laboral a 40 horas semanales. Por tanto, nuevamente son los agentes pertenecientes a los equipos de atestados y motoristas, quienes realizan una labor arriesgada y sacrificada -recordemos que es la especialidad con mayor bajas en acto de servicio- quienes vuelven a padecer las consecuencias. Ésta ha sido la única medida organizativa adoptada: aumentar las horas de servicio, en una ya de por sí denigrada orden general sobre prestación del servicio, jornada y horario del personal de la Guardia Civil, y todo ello confirmando este que no tiene la menor intención de que se implanten turnos de trabajo con cadencias fijas, a pesar de que sí han existido unidades de Tráfico en periodo de pruebas para implementar esta mejora en la calidad de vida de los agentes.

Otra de las facetas que tampoco parecen interesar es la Prevención en Riesgos Laborales en cuanto a los controles de carreteras, puntos que son de un alto riesgo y en donde se ha de mantener la máxima alerta; o el material con el que se ha de prestar servicio, como por ejemplo vehículos de más de trecientos o cuatrocientos mil kilómetros.

Tampoco se quieren realizar cambios en la asignación de la productividad (incentivos al rendimiento), una las causas que mayor desmotivación producen, por su discriminatoria e injusta asignación.
Pero en lugar de avanzar y aceptar nuevos aires de cambio, algunos responsables prefieren la utilización del Régimen Disciplinario contra los representantes de AUGC, y nada de avances para mejorar el clima laboral interno. Se elige optar por la vía de los expedientes, como han hecho con el representante de AUGC, Gustavo Álvarez, o Ildefonso Gallardo, secretario general de AUGC Ciudad Real, quien es la última víctima de esta línea represora que mantiene desde hace meses la Guardia Civil contra representantes de AUGC por ejercer su actividad asociativa.

En definitiva, desde AUGC creemos que la Guardia Civil debe dar pasos hacia una mejora en sus relaciones laborales, algo que afectaría no solo a mejorar la calidad de vida de los guardias civiles, sino a mejorar el rendimiento y con ello reducir los datos de siniestralidad en la carreteras, fin último de esta especialidad. Y pese a quien le pese, desde AUGC seguiremos trabajando cada día por la modernización del Cuerpo a la que legítimamente aspiramos los integrantes de la Guardia Civil.