Como ya es costumbre, cada semana se viralizan vídeos donde guardias civiles se ven implicados en una serie de agresiones derivadas de actuaciones policiales en las que los agentes se encuentran, la mayoría de las veces, indefensos ante el número de agresores que supera al de los agentes sumado a la falta de medios y materiales.
Según un informe publicado por el Ministerio del Interior, a principios de verano, los delitos han aumentado considerablemente en este último cuatrimestre dejando en el tintero el balance de las agresiones y atentados contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por ejemplo, podemos incluir el caso más reciente, en el que un grupo de jóvenes de la localidad de Valmojado, Toledo se enfrentan a la Guardia Civil en una violenta pelea a plena luz del día, hechos que fueron grabados y que acabó con la detención de cuatro personas. Al mismo tiempo, unos días antes, en La Línea de la Concepción, policías nacionales y guardias civiles se vieron amenazados antes una multitud de personas que se les abalanzaron sobre los agentes y los coches policiales, a gritos y hasta arrojando piedras, cuando intentaban detener a un grupo de narcotraficantes en un barrio de la localidad.
🎥 Vean, Valmojado (Toledo)
— AUGC Guardia Civil 🇪🇸 (@AUGC_Comunica) September 9, 2023
Otro ejemplo de cómo los guardias civiles se encuentran atados de manos, sin autoridad.
Se exponen a agresiones, sin garantías jurídicas. No pueden ejercer su trabajo, ni garantizar la seguridad ciudadana. pic.twitter.com/vXTksmjYQI
Los motivos más comunes que generan este aumento son la falta de respeto a los agentes de la autoridad, plantillas mermadas, sensación de impunidad y desprecio a las normas por parte de la población.
En los últimos años, ha habido una reducción en el número de efectivos en muchas fuerzas de policía debido a las jubilaciones tanto voluntarias como forzosas que se han producido. El Gobierno ha respondido de manera lenta en lo que respecta a las tasas de reposición.
Como estas agresiones se suceden más de mil al mes, contabilizando hasta 35 agresiones al día. Agredir a un agente sale gratis, ya que solo se les sanciona con penas irrisorias donde el agresor paga 200 euros, es una situación insostenible y grave. Los últimos datos obtenidos recogían el gran aumento que hubo tras la pandemia. En 2021 la cifra se posicionaba en 14.664 atentados contra la autoridad, una cifra que superaba a la del año anterior en la que el número de fue más bajo, 10.993 agresiones. Cifras que puso en alerta a los agentes.
En la misma línea, durante el año 2022 las agresiones aumentaron considerablemente. Sobre todo, las agresiones físicas sin armas, con respecto al año 2021, según las estadísticas que aporta la Institución cada año. Para poder desempeñar las funciones con mayores garantías y los menores riesgos posibles no sólo son necesarias unas penas más graves y mayor protección jurídica. Debemos de disponer del suficiente material de defensa y protección, de unos recursos actualizados y ajustados a la actualidad para que en el año 2023 esta cifra no siga aumentando.
Actualmente no hay chalecos antibalas para un uso individualizado y la dotación de pistolas taser no llega todos los puntos de España. Esto pese a que sus cámaras son imprescindibles para obtener pruebas de los delitos e intervenciones. Faltan medios técnicos y materiales para poder realizar el trabajo en números destinos y especialidades.
La situación de la calle está en una continua evolución y la Guardia Civil debe preocuparse por los riesgos diarios que surgen y se afrontan. Cuando la integridad física peligra, la protección de los trabajadores tendría que ser primordial.
Desde AUGC, llevamos años reclamando que se endurezcan las penas y se recupere el principio de autoridad con urgencia para acabar con este lastre de las agresiones contra la autoridad, así como mayor protección jurídica, aumentar penas de atentado contra Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y más medios.
