La delegación de Almería de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) lleva tiempo denunciando las reiteradas agresiones sufridas durante los últimos tiempos por guardias civiles en esta provincia.
De especial gravedad fueron las ocurridas en agosto de 2019 en la población de Cuevas de Almanzora, donde dos agentes sufrieron un brutal ataque que acabó con un compañero inconsciente en el suelo con la cara destrozada, teniendo que ser atendido por ello en urgencias del Hospital de Huércal Overa.
El problema se agrava cuando comprobamos que muchos de esos agresores de guardias civiles son puestos en libertad incluso antes de que las víctimas se recuperen de las lesiones, produciéndose por ello una sensación de indefensión que no merecen sufrir unos trabajadores que salen cada día a la calle para defender los derechos de los ciudadanos y el orden público.
Incluso se han dado situaciones en los que los guardias civiles han sido increpados durante su servicio por familiares de sus agresores.
Es evidente que la levedad de las condenas por agredir a trabajadores de la seguridad pública favorece este tipo de agresiones.
El último ejemplo de estas actuaciones, y del envalentonamiento de estos delincuentes ante la liviandad de las consecuencias de sus acciones, encontramos en la madrugada del 18 de mayo en la localidad de Vera, cuando el mismo agresor de los compañeros anteriormente citados, junto a dos individuos más, se hicieron pasar por guardias civiles para perpetrar un robo con violencia e intimidación.
Desde AUGC insistimos en la necesidad de proteger a los agentes mediante la aplicación de mayores penas a sus agresores. Con ello no sólo se aumentaría la defensa de los trabajadores, sino también la de la propia ciudadanía, ya que quien es capaz de agredir de esa brutal forma a un servidor público poco respeto puede sentir por el resto de sus vecinos.