La última convocatoria para el acceso a escala de cabos y guardias de la Guardia Civil ha vuelto a poner en tela de juicio la fase de la entrevista personal. La última de las cuatro pruebas necesarias y la que más cribas supone para los opositores antes de ingresar a la Academia de Guardias de Baeza en Jaén y al Colegio de Guardias Jóvenes 'Duque de Ahumada' de Valdemoro. En ella cada opositor tiene que presentar un cuestionario de información biográfica, que se denomina BioData. A partir de este documento un psicólogo militar y un oficial, que conforman el 'binomio', centran una serie de preguntas a realizar a los opositores. Esta prueba también es preparada en las academias donde también se capacitan las pruebas de conocimientos y las físicas.
Por ello y debido a las altas cifras de ‘No Aptos’ en dicha prueba, desde AUGC volvemos a reclamar que estas entrevistas sean grabadas, como ya lo hacen en la Policía Nacional desde hace tres años, ya que consideramos que es importante que existan garantías jurídicas para que los aspirantes puedan recurrir la expulsión basándose en lo que ocurrió durante la entrevista, ya que una vez expulsado, si existe una grabación, el afectado puede acudir a un psicólogo y de esta manera defenderse. Siempre y cuando el profesional realice un informe a través de un estudio o prueba donde se corrobore que todo está correcto. Pero sin grabación, no podemos acreditar el momento de la entrevista en los juzgados.
Desde la Asociación ya hemos reclamado estos criterios mediante varias propuestas al Consejo, que la Dirección General, para que esta prueba deje de ser subjetiva y sólo parece servir para poder hacer una selección “a la carta” de las personas que aprueban, descartando de modo totalmente arbitrario a la vez que limitan la posibilidad de reclamar. En la entrevista personal llegan a formular preguntas que carecen de tanto sentido que si hubiera constancia grabada o escrita, no se realizarían. Es una cuestión de respeto hacia el aspirante.
Un claro ejemplo de la efectividad de aplicar los criterios que reclamamos es una sentencia recurrida y ganada de un opositor a policía nacional en 2017 antes de ser grabadas en la que se concluye que “no se establecen de forma objetiva los criterios o parámetros a valorar para cada uno de los factores que incluye la base de la convocatoria, ni tampoco los subfactores que pueda haber aplicado el tribunal, ni las puntuaciones de cada uno de ellos, su individualización. Tampoco se incluyen las evaluaciones cualitativas seguidas para determinar la calificación con los conceptos de "adecuado" o "no adecuado", o "menos adecuado" que se mencionan en el acta de la sesión de evaluación y calificación de la entrevista”. Es decir que no existen elementos que permitan objetivar la valoración de la entrevista y tener conocimiento de cómo se alcanzó la puntuación dada al aspirante y de cómo podía lograrse la puntuación mínima fijada para lograr la calificación de "apto". Se desconoce la puntuación dada por el órgano de valoración a cada uno de los factores que fija la convocatoria.
Hace un año, en respuesta a una pregunta parlamentaria sobre este asunto, la Guardia Civil justificaba que la grabación restaría naturalidad a la prueba, algo que calificamos de absurdo. Se trata de un concurso u oposición donde muchas personas se juegan su futuro y requiere de la mayor transparencia posible. No se trata de la naturalidad que haya o no, la grabación sería un avance y es un problema que nos trasladan constantemente los afiliados. La Dirección General demuestra una vez más que no está a la altura de las circunstancias ni es consciente de los tiempos en los que vivimos.
No cesaremos hasta que haya transparencia en las pruebas. Una práctica a la que se niega la Guardia Civil y no entendemos el motivo real, ya que lo que aporta es beneficioso y garantiza la transparencia y el respeto hacia las personas que se presentan a la oposición.