La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha exigido hoy un respaldo claro y decidido para los agentes que trabajan en la zona del Peñón, porque tarde o temprano se producirá algún incidente con consecuencias más graves que los habidos hasta ahora.
Fuentes de la asociación mayoritaria del instituto armado se han referido, en declaraciones a Efe, al incidente de ayer después de que la Armada británica tratara de impedir la labor de un buque del Instituto Oceanográfico español que, según Londres, había realizado una incursión en aguas que considera suyas.
La AUGC considera que no se trata de un incidente aislado y augura otros más graves, como choques de patrulleras, si no se soluciona de una vez por todas el conflicto diplomático entre España y Reino Unido sobre el Peñón.
Cada vez que una embarcación de la Guardia Civil o española actúa en la zona, ya sea en inspección rutinaria o en actuaciones contra el narcotráfico o el contrabando, hay problemas y se nos echan encima las patrulleras de la Royal Navy (la Armada británica), subrayan las fuentes.
Por ello, la AUGC reclama un respaldo claro y decisivo a los guardias civiles que trabajan en esa zona, pide que se solucione el conflicto diplomático y exige que se deslinde éste del servicio que tienen que realizar las patrulleras de ambos países en la zona para volver a trabajar codo con codo como antes, según la asociación.
El último incidente tuvo lugar a las 20:00 horas de ayer cuando el barco del Instituto Oceanográfico Español Ángeles Alvariño se encontraba en el suroeste de Punta Europa, en aguas españolas cercanas al Peñón, haciendo labores de investigación y protección del medio ambiente.
Entonces se acercaron cuatro barcos de la Armada británica (Royal Navy), tratando de impedir la labor del buque, al tiempo que se aproximó una embarcación de la Guardia Civil para auxiliar al Ángeles Alvariño.
Las fuentes de la AUGC han resaltado la actitud violenta y agresiva de las patrulleras británicas y su actitud intimidatoria, con el riesgo que eso conlleva.
Han explicado que para los británicos el buque del Oceanográfico había invadido aguas que el Reino Unido reclama como suyas, es decir, dentro de las tres millas que ellos consideran de su competencia, ya que la embarcación española se hallaba a 2,98 millas.
