AUGC lleva denunciando desde hace tiempo el aumento de agresiones a guardias civiles. Ataques que en la mayoría de las ocasiones quedaban impunes. La Organización siempre ha mostrado una tolerancia cero contra estas actuaciones, poniendo a disposición de los compañeros agredidos su maquinaria jurídica. Por ello, AUGC considera ejemplarizante esta sentencia del Juzgado de lo Penal nº4 de Córdoba que ha condenado a un súbdito rumano a un año y seis meses de prisión por agredir a dos guardias civiles del Puesto de Monturque. El Juzgado le ha considerado autor de un delito de atentado, otro de lesiones y de una falta de lesiones, por lo que además también ha sido condenado a indemnizar a los dos guardias civiles agredidos con 1.715 euros.
Los hechos tuvieron lugar el día 3 de abril de 2011 cuando una patrulla del Puesto de la Guardia Civil de Monturque fue requerida por varios vecinos porque un vehículo se encontraba circulando por las calles de dicha localidad a gran velocidad y con riesgo de atropello para los viandantes.
Cuando los agentes lograron interceptar dicho vehículo comprobaron que el conductor del mismo, un ciudadano rumano residente en esa población, presentaba evidentes síntomas de embriaguez, comprobando también que en el interior del turismo numerosos envases de cerveza de un litro. Cuando los dos guardias civiles procedían a su detención, por un presunto delito contra la seguridad vial, el conductor golpeó a uno de los agentes y lo tiró al suelo, aprovechando que se habían personado en el lugar varios de sus familiares con la intención de distraerles mediante empujones. Cuando finalmente consiguieron detenerlo, uno de los familiares se abalanzó sobre los guardias golpeándoles en espalda y brazos.
Como consecuencia de esta agresión uno de los agentes sufrió poli contusiones y un esguince de muñeca izquierda, mientras que el otro sufrió tumefacción en zona occipital, erosión en hombro y zona escapular derecha, así como hematoma en zona deltoidea derecha.
En febrero de 2012 el conductor del vehículo fue expulsado del territorio español por resolución de la Subdelegación del Gobierno en Madrid, por lo que ahora ha sido juzgado y condenado el familiar que agredió a los guardias civiles, también de nacionalidad rumana.
