La falta de guardias civiles en Cuenca pone en peligro la seguridad ciudadana en Villar de Olalla

por Administración AUGC

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La falta de personal en la Guardia Civil de nuestra provincia está generando, como ha podido detectar AUGC, una alarmante sensación de inseguridad, especialmente grave en el municipio conquense de Villar de Olalla, donde los vecinos vienen sufriendo una oleada de asaltos a viviendas, sin que de momento, como denuncian los propios habitantes de la Localidad, la respuesta de este Cuerpo de seguridad sea la más eficaz.


La falta de convocatoria de empleo público en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cubriendo sólo una de cada diez vacantes, está ocasionando una escasez de personal en la plantilla de la Guardia Civil, insuficiente para mantener los niveles de eficacia en el servicio que debe prestarse a la ciudadanía. Para AUGC esta ridícula reposición de plantilla, que sólo llega al 10% del personal que se jubila, podría, en el medio plazo, dejar sin guardias la provincia.
 

AUGC considera que esta escasez de personal en una provincia tan extensa como Cuenca los agentes al ser requeridos por el ciudadano, ante un hecho de estas características, tarden más de lo deseado en llegar al lugar de los hechos, es decir que el tiempo de respuesta aumente, lo que impide a los guardias civiles desarrollar eficientemente su cometido. Y esto es lo que está ocurriendo últimamente en Villar de Olalla, cuya población se ha visto obligada a organizarse en patrullas ciudadanas para proteger sus bienes ante la falta de respuesta rápida y eficaz de la seguridad pública.


  Desde AUGC Cuenca consideramos necesario y urgente un cambio en el funcionamiento “arcaico” de este cuerpo de seguridad. Incidiendo, sobre todo, en la reestructuración de los cuarteles de la Provincia, la mayoría de ellos abiertos sólo en horario de oficina o cerrados por falta de personal, Es decir, no son operativos, solo venden falsa seguridad, porque permanecen desatendidos.

 
Y mientras, se agravan los problemas de seguridad y de falta de personal, la Guardia Civil mantiene figuras como guardias jardineros, electricistas, camareros, etc. Por no hablar de los empleados como “conductores” de los mandos, quienes están más preocupados por la estadística (denuncias, identificaciones etc. etc.) que por dar un servicio adecuado al ciudadano.

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